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Sahara miraba con disgusto al demacrado príncipe cuantas veces tiene que decirle que trasnocharse es malo..no pero el niño no escucha es terco le entra por un oídio y le sale por el otro. Sin ninguna palabra la nana tomo por la oreja al pelirrojo lo mando a que lo arreglaran y después a desayunar.
-Cuantas veces tengo que repetirte que tienes que dormir- Reprocho la mayor mientras peinaba el nido de pájaros de cabello del menor, lo jalaba, si, lo regañaba mientras lo peinaba, si, le importaba ni un poco- Mira como estas pareces un mapache.
Jay se decidió no decir nada, si hablaba o decía algo que enojara a su querida nana se ganaría un buen galón de cabello quiere evitar mas dolor en su cuero cabelludo. Pero no es culpa suya de que no pueda dormir bien, tiene que llenar los informes tanto económicos y políticos de Arbezela es trabajo de la emperatriz pero la muy hermosa le sobro y mando todo su trabajo al pobre príncipe.
-Nana perdóname por favor ten piedad - suplico el menor, ya le dolía su cabeza, esos galones son de lo peor.
-Dios niño que voy hacer contigo, cada día me preocupas mas...primero entras a una competición con la princesa de quien tendrá mas hombre segundo me traes puro hombre hermoso que esta tragado por usted tercero te vuelas tus desayunos y descansos..que falta que me des nietos -Dijo Sahara con seriedad terminando de peinar al pelirrojo- Ustedes son muy jóvenes para tener hijos espere mejor unos años y listo pri pra ya tiene a los pequeños.
- Nana por el amor a Astotelia que cosas dices..yo...ellos son solo mis amigos aliados..nada mas jajajaja - Explico Jay tratando de convencer a su nana aunque esta lo miraba como no te creo nada.
- Escucha Jayland hare que te creo..pero tienes que saber que ellos te aman y que están dispuestos en protegerte - La rubia acaricio la cabeza del menor - Se que tienes miedo peque de lo que pueda pasar en el futuro y por eso me duele ver como nos mientes de que esta bien..tienes que dejar de ser nuestro escudo, déjanos también protegerte.
