CAPÍTULO 39.

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《ANDREW》

Acaricié una vez más el cabello negro de Tessa, murmuró algo entre sueños, pero no se despertó. Le di un beso en la mejilla y salí de la habitación.

Caminé lentamente por los pasillos de aquella inmensa casa hasta llegar a la piscina, el aire frío me hizo temblar.

Mi padre bebía una botella de whisky en un agradable silencio. Me dejé caer en una de las sillas libres junto a él y me uní a aquel silencio.

—¿La señorita Spencer está dormida? — preguntó mi padre, sus ojos azules estaban puestos en el denso bosque que rodeaba la casa.

—Sí — contesté, tomé uno de los vasos libres y serví un poco de whisky, el sutil sabor a notas amaderadas invadieron mi boca.

—¿Sucede algo? — preguntó, sus ojos se concentraron en mi rostro, luego volvieron al bosque.

Me encogí de hombros.

—Sigo preocupado por ella — dije despacio, mi padre siguió en silencio. —Mamá me dijo que Tessa le contó sobre su pasado y sobre lo que hacía — continué, los ojos azules volvieron a mí, parecían cansados.

—Sí, tu madre me lo dijo. Pero, ¿por qué estás preocupado por ella?

—No lo sé…

—Bueno, supongo que al menos está tratando de superar lo que ha pasado. De cualquier forma puedes llevarla a ver a Lewis, si crees que necesita ayuda profesional.

—Gracias, hablaré con ella — sonreí a medias, mi padre llenó una vez más su vaso.

—Parecía bastante feliz por su nuevo empleo — dijo y sonrió —. Estuvo tratando de convencerme para que aceptara dejarla pagar por todo el tiempo que ha pasado contigo en la casa del bosque Lincoln.

—No me dijo nada de eso — susurré.

—Quizá no quería que la detuvieras para hacerlo.

—Sí…— dije un poco desanimado, mi padre me miró y entrecerró los ojos.

—¿Estás molesto?

—No, pero he tratado de convencerla para que no crea y sienta que se está aprovechando de nuestra hospitalidad… al parecer sigue creyendo que debe pagar por todo…

—Bueno, creo que puedo entenderla un poco. Nadie querría que crean que estás ahí por el dinero o las comodidades que te pueden brindar.

Suspiré pesadamente, mi padre colocó su mano sobre mi hombro y me dió un ligero apretón.

—No le des tantas vueltas, Andy. Toma esto, es lo que ella me dió — dijo, sacó un sobre blanco del bolsillo de su saco negro y me lo tendió. Lo tomé y miré el contenido, habían varios billetes dentro.

—¿Estás seguro?

—Solo acepté para que ella se sintiera mejor, pero no necesito que me pague nada. Ya hace mucho aquí viniendo a cocinar con Sam o ayudando a limpiar el lugar donde están ahora — dijo con una sonrisa, asentí y guardé el sobre en el bolsillo de mi bata.

—Bien.

—No le digas que te di ese dinero, solo guardalo en un cuenta bancaria para ella — dijo, se terminó de nuevo el contenido de su vaso de un solo trago.

—Sí, gracias, lo haré.

—¿Hay algo más que te preocupa, Andy? — preguntó, sacó una caja de cigarros del bolsillo de su saco una vez más y encendió uno.

Un Pequeño Pedazo de Cielo: Andrew. 《EN PAUSA》Donde viven las historias. Descúbrelo ahora