Diez.

98 11 0
                                    

Inko sostenía con sus manos, temblando como nunca, las mejillas de su hijo.
Con sus ojos llenos de lágrimas, esperaba alguna reacción o respuesta de Izuku.

El menor del grupo la miraba con sus ojos grandes, sin entender absolutamente nada.
El no la conocía, no sabía quién era. Pero al escuchar las palabras “hijo” y “mamá”, en su pecho su corazón latió con fuerza.

— ¿M-mamá...? ¿Tu eres mi madre?

— Si, Izuku. Soy tu madre... ¿No me recuerdas?

Los esposos rubios de ambos se miraban, era bastante evidente que no sabía quién era.
Katsuki se cruzó de brazos, de cierta forma dudaba de toda la situación. Pero no podía negar que su esposo era exactamente igual que la peliverde, así que no tenía más remedio que creerles.

— Yo... Sinceramente no te recuerdo, pero... Te me haces tan familiar...

Cuando Izuku intentó recordar, un fuerte dolor de cabeza comenzó a atormentarlo.
Se la agarró con sus manos, soltando pequeños quejidos de dolor.

— ¿Deku? ¿Estás bien?

Su esposo se acercó rápidamente preocupado, notando su extraña actitud de repente.
Inko también lo miró preocupada, tratando de ayudar en la situación, pero el menor simplemente se refugio en los brazos del rubio.
No podía hacer absolutamente nada, ahora su pequeño era un hombre y sobre todo estaba casado.
Ahoda ya no era su lugar seguro.

— M-mi cabeza... Kacchan...

Dijo entre quejidos y con lágrimas en sus ojos, aferrandose a su cuerpo con el suyo tornandose de un color aún más pálido de lo que era. Comenzó a sudar y a sentir que perdía las fuerzas.

— ¡Deku! ¡Llamen a los médicos, rápido!

— Si, señor.

Rápidamente uno de los guardias fue en busca de los médicos del castillo, corriendo por los pasillos.
Peliverde se desmayó en los brazos de su esposo, pero un gran círculo mágico apareció debajo suyo, dejando en evidencia un fuerte conjuro sobre él.
Todos se sorprendieron, pero Toshinori supo al momento de qué se trataba.
Era el Rey del Reino de la Magia después de todo.

— Ahora todo tiene sentido... Tiene un conjuro anti-memoria.

Bakugo estaba atento a su esposo.
Estaba pálido y desmayado, así que se sentó en el suelo dejándolo apoyado en su pecho. Al escuchar el análisis del otro gobernante, lo miró con atención.

— ¿A qué te refieres? ¿Cómo que “anti-memoria”?

El Toshinori se acercó al menor del grupo.
Bakugo no confiaba en él, así que estaba atento y tenso; dispuesto a matarlo si llegaba a hacerle un solo rasguño.

— Le lanzaron un hechizo que provoca olvidar recuerdos importantes... Su niñez y su madre por ejemplo. O eso es lo que puedo ver, analizando la situación.

El de ojos color rubí frunció su ceño, ya teniendo una idea de lo que había sucedido.
Toshinori tubo la misma idea que él.

— All For One.

Dijeron al unísono.
Estaban seguros que era obra suya, ya que no se les ocurría nadie más que fuera capaz de llegar tan lejos.

Luego de que llegaran los médicos, comenzaron a atenderlo y ayudarlo a bajar la fiebre que le había subido. Aunque el problema no era físico, era algo más allá.

You've reached the end of published parts.

⏰ Last updated: Jan 22 ⏰

Add this story to your Library to get notified about new parts!

All   Mine ⎟⎟ ᴷᵃᵗˢᵘᴰᵉᵏᵘWhere stories live. Discover now