¿Clan de demonios?

Extra

Nota de la autora:

Holaaa, quería deciros que muchísimas gracias a todos por leer y avisaros de que este será el único extra de esta historia. En realidad no tenía planeado hacer ningún extra, pero como es mi primer libro, creo que se han quedado un par de cabos sueltos y aprovecho esto para atarlos.

Comentar aquí si os ha gustado (espero que sí 😋).

Bye bye.
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Mi madre estaba en la cárcel. Mi padre por fin vivía con nosotros. Mi hermano y yo nos habíamos sacado el carné de conducir. Mi hermana había empezado a entrenar porque, según mi padre, era posible que, en unos años, todo se repitiera. Y yo...yo había mejorado mi técnica como detective en unas clases...en las que el profesor era mi padre. Nada mal, la verdad.

De vez en cuando visitaba a William, el chico que habló conmigo en mi "secuestro". Resultó que realmente era el esclavo de un tipo que vivía en aquel edificio. Le había mandado cartas en las que escribía mil formas de escapar, cada cual más rebuscada, pero no le habían hecho falta, porque hacía poco que había llamado a la policía, y por fin detuvieron al tipo que le tenía allí retenido, al que, por cierto, llevaban años buscando. Ahora él y mi madre compartían celda y Will vivía en una pequeña pero bonita casa, cercana a la mía.

También descubrí que la vez que Ann y Chloe habían desaparecido, fue por que estaban planeando una fiesta de cumpleaños para mí, ya que cumplía 16 años el más siguiente. Me lo pasé genial en aquella fiesta, se notaba que la habían planeado muuy bien, eran unas expertas en fiestas, estaba claro.

Me estaba yendo muy bien en la universidad, a la que iba todos los días con Ann y Chloe, que seguían siendo mis amigas. Había conocido a mucha más gente, también: a Robbie, Mía, Oscar y Harriet, que también estudiaban para ser detectives, a Sam, una chica muy simpática a la que había conocido en mi fiesta de cumpleaños, a Ellen, una chica algo extraña pero súper maja, con la que me había encontrado de paseo por Ciudad Margarita, a Godwin, un perrito adorable, dueño de una chica llamada Mara...

En fin, había hecho muchísimos amigos y me iba fenomenal en la universidad. Además, estaba a nada de conseguir un título como detective profesional. Eso me entusiasmaba especialmente, ¡no podía ni imaginarme cómo sería resolver casos y que encima me pagaran! Oh, eso iba a ser maravilloso.

Ahora Ann estudiaba enfermería, cosa que por alguna razón le encantaba, y Chloe estaba esperando a que la llamaran de unas audiciones que había hecho hace poco, ¡quería ser pianista! Por su parte, Will era veterinario. Me encantaba ver las sonrisas de idiota que ponía cada vez que salía de su trabajo. Se le notaba que me estaba agradecido, ¡hace unas semanas me trajo un gatito precioso! Lo llamé Bonnie. No me preguntéis por qué. Y, al ver que me gustaba, me trajo otro. Y me lo quedé, claro, pero le dije que ya eran suficientes.

Y no os mentiré: Bonnie y Bjorn eran ahora mis nuevos mejores amigos. Pero amigos gatos, ¿eh? Nada remplazaría a Ann y Chloe...¡pero no se lo digáis a mis gatitos!