Capítulo 23: Karim

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—Tú vida no es la única que está en riesgo, lindura

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—Tú vida no es la única que está en riesgo, lindura. Sergio busca vengarse de mí y quitarme todo el poder que le he ido arrebatando durante estos últimos diez años. —confieso y ella respira profundo.

—¿Y qué tengo que ver yo en esa verganza, Karim? —me preguntó desesperada y en su forma de hablar se reflejaba su angustia. Pasó mi mano por encima de la mesa para tomar la suya y entrelazarla con la mía.

No quería dañar nuestra velada romántica hablando de Sergio; pero al parecer mi tigresa no se quedará sin escuchar las respuestas a sus preguntas. Carajo, esto no es un tema sencillo de tratar y me jode tener que revivir lo sucedido ese fatídico día.

—Por favor, cuéntame y te exijo que me digas la verdad. Karim, no trates de ocultarme nada y deja de tenerme en la ignorancia de todo lo que pasa a mi alrededor. Mierda, en la tarde sentí un miedo terrible cuando escuche esos disparos y me he preocupado por tus hermanas, por el maldito de Damián y hasta por ti. —Cuando escuchó esto último sonrió de alegría y le dejo un beso en su mano.

—Yo pensaba que me odiabas tanto como para no llegar a preocuparte nunca por mi vida, lindura.

—No te odio, ni tampoco te quiero ver muerto o en un hospital. —Sonrió al escuchar su confesión. —Solo quiero que me dejes respirar y tomar decisiones sin sentirme muy presionada. Por favor bestia, ¿podrías hacer eso por mí?

Joder, estoy tan preocupado por su vida y tan asustado porque no quiero que vaya a caer en las manos de mi padre por segunda ocasión.

Carajo, tengo miedo de que la mujer que quiero termine muerta en vida como le pasó a Madison cuando Sergio primero la secuestró a ella y a su madre. Luego violó a su madre y la mató enfrente de ella como para torturarla. No hizo lo mismo con ella, porque su padre llegó a tiempo gracias a mi ayuda y yo no pude ir con ellos para no delatarme delante de Sergio.

Después mi padre terminó matando a su padre dejándola completamente sola en este mundo y todo esto la cambió. No quiero esto para Amarilis, pero como hago para que lo entienda sin contarle toda la maldita verdad en una sola noche y que con esto provoque que huya de mí.

No quiero perderla y siento que si sigo por este camino al final la terminaré perdiendo de igual modo. Carajo, ni siquiera me tomé un tiempo para preguntarle cómo se sentía y tampoco me había dado cuenta que la estaba atosigando con todo mis cuidados.

—Te contaré todo lo que quieres saber, pero antes déjame ir por una botella de whisky y por otro trago para ti. Créeme lindura, lo necesitaremos. —Habló, mientras aprieto su mano y luego acercó su mano a mi boca para dejarle un beso suave sobre su mano.

Esto me joderá la puta noche y me llenará de mucha rabia. Porque me hace recordar a mamá sobre el suelo y como fue dejando de latir su corazón. También me hace recordar verla en un jodido ataúd. Me jode el recordar a Sergio llegar al velatorio de ella y llevarle una corona de flores, como si él no fuese el hijo de puta que acabó con su vida.

¿O eso es mucho pedir?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora