Único

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Estaba tapado hasta la cabeza y quería permanecer en la cama por mucho tiempo. No tenía las energías de levantarse y pedir algo, simplemente llegó y pidió si podía descansar en algún lugar, si no era molestia que lo hiciera ya que la casa no era suya. Temía pensar que estaba invadiendo el hogar ajeno, pero fue recibido con bastante amabilidad. Quizás no debió dudar de la hospitalidad de su amigo, tal vez estaba cuestionándose cosas que no debía por lo que le había pasado.

   El estómago le hacía bastante ruido, no había tenido ganas de comer y mintió en que sí lo había hecho con tal de no preocupar a su amigo. Rechazó todo lo que le ofreció con tal de ir a acostarse rápido en la cama ajena. Necesitaba de un espacio seguro y por momentos pensó que fue un error aceptar la invitación estando tan mal. Estaba agradecido de que le dejaran estar solo, que comprendieran que estaba cansado aunque ese no fuera realmente su estado.

  Se abrazó a sí mismo al escuchar a su estómago de nuevo, causándole náuseas pero sin poder vomitar, no tenía la bilis en su garganta como para hacerlo. Se puso en posición fetal apretando sus brazos contra su estómago mientras estrechaba sus ojos. Las lágrimas estaban siendo contenidas en sus ojos, no quería llorar a pesar de que el nudo en su garganta le estuviera dando a entender que debía hacerlo.

  Tenía miedo, llevaba mucho tiempo tratando de ocultar lo que le pasaba y creía que lo estaba haciendo bien. Suponía que continuaba siendo así porque ninguno de sus amigos lo había notado, les ocultaba la verdad metiendo mentiras de por medio. Estaba consciente que eso estaba mal, el mentirles era algo terrible, pero no quería que vivieran lo que él, que su fé fuera en caída libre hasta el suelo. No quería eso para ellos, quería protegerlos.

  Pero lo que sí le estaba causando conflictos era si debía seguir ocultándole a Taffy lo que le ocurría ¿Cómo iba a reaccionar? Taffy lidiaba con mucha presión encima y Yuu no quería ser una carga más. No quería contarle porque temía el daño que podía causarle, temía mucho de sus reacciones. Tal vez no iba a reaccionar mal, ni echarle la culpa, Taffy no era ese tipo de persona, mucho menos con él. Pero le aterraba el peso que podía ser para él, lo mucho que iba a romperlo.

  Jadeó sin querer, el aire entrando de repente en sus pulmones por el llanto que estaba tratando de evitar que saliera. Las lágrimas comenzaron a caer por sus mejillas hasta mojar la almohada. En seguida usó su mano para secarse el rostro, no pensaba dejar mojada una almohada que no era suya. No quería causarle problemas a nadie más con cosas que eran únicamente de su responsabilidad.

—¿Yuu?—. La voz de Youran lo hizo sobresaltarse al igual que sentir su peso al sentarse en la cama sin aplastarlo. El corazón le latió con fuerza y pegó un pequeño grito del susto. Estar concentrado en lo que lo tenía aterrado lo hizo reaccionar de esa forma. Se avergonzó y secó sus lágrimas con rapidez en un intento por disimular—. ¿Estás bien?

—Sí—. Respondió en seguida, su voz tratando de no sonar estrangulada por el nudo que continuaba en su garganta. La manta fue quitada de repente y por instinto buscó cubrirse el rostro con sus manos y cerró sus ojos también. Los brazos temblándole a pesar de que sabía que era Youran a quien tenía en frente. No sabía porqué tenía tanto miedo de descubrirse.

—Soy yo, no te preocupes—. Bajó los brazos de manera lenta y abrió los ojos notando la mirada preocupaba de su amigo. Youran se movió hacia un costado, al parecer dejando espacio para que Yuu se sentara a su lado si es que decidía hacerlo. El serafín suspiró, pasando una de sus manos por sus dos mejillas de nuevo, secando los últimos caminos húmedos que habían dejado sus lágrimas. Tenía un leve sonrojo por la vergüenza que le dio ser descubierto y por el roce de sus manos—. Amigo ¿Qué ocurre?

  Yuu desvió su mirar, tenía pequeños escalofríos recorriendo sus brazos. Los sobó con sus manos y se abrazó a sí mismo de nuevo. Parecía como si se estuviera haciendo pequeño en su lugar. No era que temía de Youran, por supuesto que no, era que no estaba seguro si era algo que debía decirle a pesar de que era uno de sus amigos más cercanos. Lo quería y tenía confianza, el problema era que temía lo mismo que con Taffy; no quería preocuparlo.

Esto es lo que pasóWhere stories live. Discover now