Horas después de la cena.
Terminada la cena, decidí levantarme e irme hacia casa, me sentía algo incomoda así que invente una escusa a papá para solo salir de dicho lugar.
Justo cuándo estaba apunto de levantarme sentí como alguien tomaba uno de mis brazos con brusquedad.
‐ Que mierda.. – dije en un susurro nada audible, mire con desagrado al ver de quien trataba.
‐ Bien, yo también no me siento nada bien, puedo retirarme madre? – hablo Tom.
Este no solto mi brazo ni un segundo, dios que fastidio, quería irme a casa para estar sola, en paz.
Simone y mi padre aceptaron, al fin de acabó ellos tenían que discutir algunas cosas de trabajo, etc.
‐ Esperen.. – dijo mi padre antes de que nos marcharamos de el lugar.
No llevaran a Bill con ustedes?
Note la expresión de Tom tornarse algo molesto, aún no sabia el ¿por qué? Para mi era todo un alivio que Bill fuera con nosotros, no quería quedarme con Tom a solas.
Al fin de acabó somos hermanastros
¿No?
– Bien, quién conduce? – dijo Bill.
– Yo? – hablo el idiota de Tom Kaulitz.
Ajá claro que no. Estas demente si dejare que conduzcas tú Tom.
–bien. – dijo en un tono burlesco, podía notar la risa en su rostro, se veía como un completo idiota.
Ya dejen de pelear, conduzco yo. - de la nada escuche hablar a Bill.
¿velocidad?
Narrador
Bill detente, vas demasiado rápido, este no es el camino a casa. - hablo Leyla en un tono de desesperación.
La menor se encontraba en el asiento trasero, mientras que Tom y Bill iban adelante con las ventanillas completamente abiertas.
-No te gusta la diversión? Hablo Tom en un tono de risa – claro que no Tom ya detengan el maldito coche!.
Podían notar el miedo de la menor. De tantos suplicos de la joven, Bill paro con brusquedad, Tom bajo del auto abrió la puerta trasera y bajo a Leyla
- Es enserió? ¿Van a dejarme acá? Están locos, como se supone que llegare a casa, Tom??.
Este no le importo ninguna de las preguntas que hacía la menor, cuando rápidamente ya se encontraba en el auto nuevamente, estos aceleraron y se perdieron en el oscura carretera..
Idiotas.
Bien toca pedir algún coche que me acerque a mi casa, pero quien? Es demasiado tarde y claramente ningún auto pasaría a altas horas de la noche.
Llamare a papá.
Mierda, justo ahora me quedo sin batería?
Estoy jodidamente perdida en el medio de la nada y para el colmo no tengo batería, genial.
Un auto
Ey ey.. idiota
Este retrocedió el auto. – Ey! Que haces sola en la carretera
– nada unos idiotas me dejaron acá – dijo la joven algo asustada.
–ven sube, te acerco a tu casa dijo cierto chico, ojos cafés, pelo castaño, piel algo pálida, un aroma bastante rico por cierto.
Leyla acepto, y se dirigio hacia el auto, abrió la puerta del copiloto y subió al coche.
