SEIS

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『6』 ➳ Daniela.

La tarde me dejó agotada, así que apenas llegué al departamento me duché y coloqué unos shorts de licra y un sostén deportivo, ambos de color blanco; luego fui a la cocina para tomar un helado de coco, la miel de Maple y unas papas sabor jalapeño, me senté en el sofá y encendí el televisor para continuar con mi serie favorita.

Dos episodios después, el ruido en la entrada principal me hizo dejar la papa dentro del helado con miel y me puse de rodillas sobre el sofá. Daniela entró con una sonrisa enorme en sus labios, cargaba su maleta y una más.

—Hola, guapa. Pensé que estarías durmiendo.— dijo luego de cerrar la puerta.

—Y yo que volvías mañana.— le dije, ella se acercó y tomó mi cuello para poder besarme. Correspondí a su beso y sentí como su otra mano me tomaba de la cintura y me impulsaba hacia arriba.

Me dejé hacer y terminé sentada en el respaldo del sofá y con Calle besando mi cuello. —¿Me doy una ducha y luego seguimos viendo eso en lo que estás?— me acerqué a besarla de nuevo y luego asentí.

—Sí, aquí te espero.— sonreí.

—Puedes venir conmigo y abrir los regalos que te traje.— ofreció, asentí y la seguí hasta la habitación arrastrando la maleta.

Me senté en el suelo alfombrado y comencé a sacar cada cosa mientras Calle estaba dándose una ducha.
Dos vestidos largos, tres vestidos cortos, dos sets collares y pulseras, ropa interior deportiva y dos conjuntos sexys; y el bendito perfume que le pedí.

Saqué la joyería para acomodarla en dónde estaba la demás joyería de ambas, luego llevé la ropa hasta el baño para dejarla en el cesto, ya que la lavaría este fin de semana, y dejé el perfume en el tocador. Calle salió del baño con su ropa interior puesta y una camiseta oversize en sus manos.

—¿Ya cenaste?

—Sí. Con Manu, compramos hamburguesas apenas llegamos al aeropuerto.— contó.

—Bien, ¿Vemos una película o estás muy cansada?

—Veamos la película.— ella tomó mi mano y me arrastró hasta el living.

❀   ❀   ❀

Luego de que Calle terminara de burlarse de mi mezcla de sabores, seguimos mirando el episodio de la serie que se transmitía en la pantalla. Daniela estaba recostada a lo largo del sofá y yo estaba acostada sobre ella, una de sus manos descansaba en mi vientre y la otra hacia caricias en mi cuello.

La sentí removerse y me giré para verla, nuestros ojos se conectaron y pude notar el brillo en ellos; sonreí y me acerqué para juntar nuestros labios. Al principio eran caricias suaves de sus labios sobre los míos, nuestros belfos se movían con cariño y anhelo. Sin embargo, de un momento a otro, terminé sentada a ahorcajadas sobre Calle, sus manos me tomaban del cuello y la nuca en un intento de no dejarme separar.

Me separé en busca de aire y la miré, sus labios hinchaditos y su pupilas dilatadas; me acerqué a dejar besos húmedos por todo su cuello mientras sus dedos apretaban mis muslos. Metí mis manos debajo de su camiseta y las subí hasta donde estaban sus pechos; comencé jugar con sus pezones por encima de la tela que los cubría, Calle gimió. Y sinceramente, nunca me cansaría de escucharla.

Mis besos, succiones y mordidas no dejarían marcas semi-permanentes, las que estaba dejando eran muy sutiles, para mañana ya no habría rastros de nada.

Me deshice de su camiseta y cuando bajé mi mano a su entrepierna me detuvo. —Espera... Estoy cansada.— susurró, su respiración era entrecortada.

Reckless (Calle y Poché)Where stories live. Discover now