Un Montón De Historias Inéditas (La Taberna)

cuento 4

Tritón

El cielo tormentoso golpeaba el mar como si ambos estuvieran unidos por la misma fuerza, los relámpagos iluminaban el cielo dejando ver la tormenta que se avecinaba a lo lejos, desde el mar se podía ver cómo algunos delfines saltaban en el agua acompañando un barco de madera con sus velas al aire iluminado por las velas de esa época, el coro de los hombres cantaban a pulmón bajo la lluvia anclando las ya mencionadas.

Te voy a contar una historia de mar, una que te va a servir de verdad

Si escuchas el canto de una sirena te pondrá un hechizo especial.

—no es maravilloso Dálmata....— dijo el Príncipe Tom recibiendo el rocío fresco del aire que golpeaba su rostro moviendo el cabello, sus mejillas rojizas acompañadas de un color claro que lo hacía reconocido, tomo a su gran perr dálmata de el lomo como un viejo camarada — la brisa salada del aire  golpeando tu cara acompaña el mar...—

—lo dudo mucho su majestad— decía un hombre regordete de tez morena mirando el mar. — por cierto príncipe....no se le olvide que es la reunión con su madre está noche...todo el reino espera para que usted esté presente junto a sus otros dos hermanos...—

—el viento fuerte y el mar tranquilo aunque algo de lluvia fresca— dijo un marinero al frente cargando la pesca en la espalda caminando por la parte delantera del barco — el rey Arturo debe de estar de muy buen humor está noche...—

—¿El rey Arturo?— preguntó el Principe Tom mirando al mar.

—claro...el rey que cuida el reinado de las sirenas... Un verdadero marinero conoce la leyenda como su historia— decía Ikonik un tercer hombre en la proa jalando de la cuerda — hace algunos ayeres un príncipe como usted se enamoró de una sirena...—

—principe...no crea estos disparates....nadie conoce esos cuentos más que marineros— dijo Joel suspirando molesto cruzando sus brazos.

—que curioso...— dijo Tom subiendo por las cuerdas hasta la punta del barco viendo a lo lejos el castillo de su madre —nunca había escuchado de esos cuentos—

—en el reino no son muy escuchadas, por cierto bienvenido a casa Principe Tom — dijo un hombre desde abajo quien miraba el castillo con un mirador el cual al golpe de agua se le cayó de la mano cayendo en un banco de peces.

.......

El banco de peces se acercaba nadando hacia la Atlántida donde varios tritones y sirenas nadaban en diferentes direcciones entre ellos se acercaban nadando los hijos del rey Arturo, cada uno con su rostro limpio y pulcro.

—bienvenidas y bienvenidos mis amados hijos....espero que su viaje haya sido adecuado  en estás condiciones— decía Arturo pasando por todos sus hijos mirando que faltaba uno, el menor.—¿Damián?—

—¿S-si su majestad?— tembló un cangrejo rojo desde detrás de el rey —¿Pasa algo su majestad?—

—¿Dónde está Chase?...— preguntó el rey mirando a Damián quien se quedó congelado.

—ah...yo creo que...está en en en....afuera está mañana le recordé señor que teníamos reunión con los 7 mares....— respondió el cangrejo flotando al frente del rey —es un niño bastante tedioso de cuidar—