ꮼ𝅄꒪꒰ 𝐂𝐇𝐀𝐏𝐓𝐄𝐑 𝐓𝐇𝐑𝐄𝐄 ꒱୨୧

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꒰ ׅ 𓄹 ݃ 緑 𝅄 𝆯 と 𓂂 ٞ ̠ 青 ݊ ⸼ ꒱

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|| "___" = tu nombre/nombre de tu OC|| "T/N" = Tu Nombre || "T/A" = Tu Apellido || "C/C" = Color de Cabello || [___ eres de ojos azules.] || "—...—" = diálogo || "{...}" = pensamiento || "text" = narrando || "[...]" = timeskip ||

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—¿___?— Habló el azabache, volteándose para ver al que dijo su nombre con confusión

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—¿___?— Habló el azabache, volteándose para ver al que dijo su nombre con confusión.
El mencionado pudo sentir cómo su corazón daba mil latidos por segundo, todo estaba pasando en cámara lenta para él, mientras el pelinegro se volteaba, el de mirada azul no pudo evitar sentir confusión, emoción e intriga. Al cabo de unos segundos, Chinen ya estaba completamente volteado, viendo esos ojos azules del contrario mientras los de él se abrian como dos pelotas.
¿___... realmente eres tú....?— Preguntó para sí mismo, él pensó que lo había pensado pero aparentemente, no, lo dijo en voz alta. Sus ojos se iban llenando de lágrimas. 

Al de hebras ___(C/C) se le ocurrió la maravillosa idea de contestarle con sarcasmo como lo solía hacer cuando eran niños. —Noooo, soy un alienígena rosa de Júpiter.— Habló el de ojos azules con ironía, volteando sus ojos de manera juguetona. 

Sí, sí eres mi ___.— Habló el de hebras negras mientras viraba los ojos como el contrario. La manager estaba completamente confundida, no sabía que pasaba pero de algún modo u otro, estaba molesta porque un "don nadie" le había hablado al señorito Miya. El pelinegro se volteó a ver a su manager y le dió una mirada amenazadora que decía algo como "Si te acercas a él o le pones una mano encima, olvidate de ver la luz del sol de nuevo." Con esa mirada, la mujer sintió un escalofrío por todo su cuerpo por el miedo, así que simplemente asintió. —Vete, Bell.— Dijo el pelinegro con un tono amenazante y demandante, provocando que la mujer se sintiera intimidada, pero eso no iba a permitir que alguien tan famoso como lo era el joven Chinen se juntara con alguien que capaz ni lo conoce.

—¡Pero señorito Miya!—

 —Te dije que te vayas, ¿o es que quieres perder tu trabajo?— Volvió a mencionar el de hebras oscuras, haciendo que la mayor solo inclinara la cabeza en señal de que entendió la orden; con eso, aquella mujer alta de cabellos castaños se retiró, dejando a Miya y a ___ solos. 

"Señorito Miya."— Se buró el peli-___(C/C) haciendo gestos con sus manos.

Oh Dios, cállate.— Contestó el más bajo a la burla del contrario, sintiéndose avergonzado por la situación reciente.

Callame.— Respondió a la queja del contrario el de ojos azules, su tono tenía un poco de picardía; su mano acercó el rostro de Miya al suyo mientras le daba una "mirada."

A golpes te voy a callar.— Estas palabras hizo que el peli-___(C/C) se hiciera para atras, dejando ir al bajo y haciendo que un suspiro saliera de su boca. 

Ya, sigues igual de amargado.— Agregró el ojiazul, virando sus ojos de manera juguetona mientras reía; en un abrir y cerrar de ojos, los brazos de ___ se encontraban alrededor del cuerpo de Miya, en gesto de abrazo.
Los ojos del más bajo se abrieron como dos platos; cuatro años... estuvo cuatro años sin sentir ese calor que su mejor amigo le transmitía, le rogaba a los dioses por sentir esos brazos en su cuerpo nuevamente y al fin lo hizo, escucharon sus plegarias. Al sentir ese abrazo, Miya no pudo evitar sentir como sus ojos se cristalizaban y llenaban de lágrimas sus mejillas, cosa que ___ pudo sentir. 

Llora, estas en tu derecho.— Dijo en un tono suave y amable el peli-___(C/C), mientras acariciaba la espalda del contrario. 

El abrazo duró unos minutos, alrededor de tres minutos, estaban en un silencio tan cómodo que no se querían separar. Los dos chicos estaban disfrutando del calor que el contrario transmitia para sus cuerpos, sintiendo como sus corazones se aceleraban cada vez más a cada segundo que pasaba, sus respiraciones se iban haciendo cada vez más lentas en señal de estarse relajando. Al pasar el tiempo transcurrido, ___ quizó romper el abrazo lentamente, pero sintió como el cuerpo de Miya estaba reposado en su cuerpo... Así es, Miya se durmió en los brazos de ___.

Miya...— Mencionó el de ojos azules con un tono suave y tierno, a la vez en un susurro para despertarlo gentilmente, cosa que al parecer no iba a funcionar. No le quedaba de otra más que llevarlo a su casa, sabía perfectamente donde vivía y afortunadamente para él, el pelinegro no se mudó de casa en esos cuatro años de espera. Cuidadosamente, puso las manos en la espalda y muslos del más bajo, cargándolo como si fuera una princesa, sin importarle su patineta, pues luego podía volver por ella o comprar otra. Caminó hasta la casa del azabache, sin cansarse pues por alguna razón, este pesaba menos de lo que ___ recordaba.

{¿Está comiendo bien? ¿Por qué pesa tan poco? Incluso un gato pesa más que él. ¿Le habrán dicho algo de su cuerpo y por eso dejó de comer? ¿Está bien? ¿No ha comido? ¿Es mi culpa? ¿Qué tal si después de que lo dejé no comió como debía? ¿Entonces es mi culpa? ¿Yo provoqué esto? Pesa muchísimo menos que una pesa de 60kg que usaba en el gym... Cuando llegue a su casa le preguntaré a su madre.}

Estaba preocupado, obviamente, ¿cómo la persona que amaba no iba a pesar más que una pesa de 60kg? Realmente estaba inquieto por eso. Al cabo de unos minutos, ya habían llegado a la casa del bello durmiente. Tocando la puerta para poder pasar, la señora Chinen recibió a ___ con una sonrisa, algo impactada por verlo de nuevo.

Hola, ___. Veo que Miya se quedó dormido... pasa, su habitación es la de siempre, puedes dejarlo en su cama. Después quiero que bajes para hablar contigo.— Habló la mujer con un tono bastante amable mientras le daba espacio al mencionado para subir las escaleras con el azabache en brazos.

Y así fue. ___ subió las escaleras y dejó a Miya en su cama, al verlo durmiendo tan pacíficamente después de un abrazo de tres minutos, no pudo evitar pensar en cuantas noches no batalló el de cabellos negros para dormir después de que se fuera. Implantó un suave beso en la frente del dormido, cosa que provocó una tierna sonrisa en los labios del contrario, no estaba despierto, simplemente pudo sentir el calor de los labios de su "amigo" en su frente. Después de un rato, ___ volvió a bajar las escaleras para ver a la madre de Miya sentada en el sofá esperando por él.

Y bueno... Señora Chinen, ¿de qué quiere hablar?— Preguntó algo nervioso, sintiendo como sus manos empezaban a sudar.

Creo que es obvio. Quiero hablar acerca de tu realción con Miya.— 

{¿Relación?} 

~Fin

~Fin

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꒰ 𝐎𝐉𝐎𝐒 𝐀𝐙𝐔𝐋𝐄𝐒 ੭࿁˙  (Miya Chinen x Male Reader)Kde žijí příběhy. Začni objevovat