Capitulo .3

423 62 5
                                    

----¿Te vas?----

----Si... no creo soportar verlo con ella, también no podré seguir estudiando aquí... lo mejor es que me vaya----

‐--- Entonces iré con tigo, yo me haré responsable de hablar con Haikuan----

‐--- No. Dilraba... es mi responsabilidad... yo no me cuide, fui irresponsable, yo lo llamaré y yo le contaré cuando lo vea----

---- Bo, por favor, Haikuan me dejó a cargo, te dejó a mi cuidado----

----Me cuidaste de la mejor manera, no fallaste... yo fallé... iras con migo cuando me establezca, si kuan no me mata, tu me ayudarás cuando nazca mi Ángel----

----No podré convencerte ¿No? ... cuidate por favor... Si algo sale mal en el viaje, regresa a casa, o llamame, no importa que pase, llamame----

---- Son solo algunas horas de viaje, nada malo pasará, pero lo haré ----

Un dia después, el joven Doncel se despedía de su amiga frente al lugar en el que recibió más amor del que podia recordar, después de morir sus padres, Haikuan había viajado a la ciudad a trabajar, y lo había dejado con Dilraba, la mejor amiga del mayor, seis años viviendo bajo su cuidado y llenandolo de amor.

---- Cuidate mucho yibo, cuida a nuestro Ángel, porfavor, cuidate---- Dilraba tocó suavemente el vientre de su amigo, quien amaba como un hermano.

Un automóvil se había detenido a unas cuadras, Ayanga observaba a la pareja, el rubio llorar, mientras que su amiga acariciaba su vientre derramando lagrimas y el chofer del taxi guardando el equipaje.

---- Parece que has tomado una buena decisión. Alejarte de zhan es lo mejor para ti... Imbécil... no fue suficiente burlarte de él,  también lo embarazaste---- el Castaño murmuraba molesto.




Despues de un largo y agotador viaje, yibo había llegado a la cuidad, la gran ciudad.

Todo era enorme, los edificios eran muy grandes, los autobuses ivan uno sobre otro. Estraño. Las personas corrían, algunos con uniformes de colegios conversaban tranquilamente.

Caminó arrastrando su equipaje, buscó un teléfono publico, respiró hondo antes de que respondieran en la otra línea.

---- Habla Haikuan----

---- K-kuan-ge ----

----¿yibo?---- el hombre castaño recostado en una cómoda cama se había  levantado rápido después de escuchar la suave voz.

----¿Sucede algo?... ¿Porqué llamas tú?---

‐---Estamos bien, ¿ estas trabajando?----

----No, acabo de volver----

---- Bien, Te quiero kuan-ge ----

---- Oye, ¡Oye! Hola... Hola ----

El rubio cortó la llamada, su hermano estaba en casa, sabia donde vivía, después de instalarse en la ciudad, les había enviado su dirección, solo necesitaba preguntar y que alguien le mostrara la calle.

Media hora después, nadie parecía importarle un niño perdido pidiendo ayuda, hasta que un joven de traje se detuvo mostrándole la dirección.

Frente al apartamento, yibo respiraba con dificultad, si su hermano terminaba rechazandolo, lo entendería.
El timbre sonó, un momento después, un hombre alto, ojos negros, tez moreana y cabellos castaños abrió la puerta.

---- ¿yibo?----

----Hola... te extrañe ----el rubio abrazó al mayor sollozando, ambos entraron al lugar.

----¿ Que haces aquí?----

----Yo ...----

----¿ Que pasó con Dilraba?----

---- Ella, está bien, está en casa ----

----¿ y que haces aquí, tú, solo?----

---- Y-yo----

---- Yibo, dime la verdad... ¿alguien te busca?----

----¿Que?----

----¿ huyes de alguien? ----

---- No... Perdoname----

----¿ Que te perdone?...¿Porqué debería...----

---- Estoy embarazado----

---- ¿Es una de tus bromas?----

El rubio negó y sollozó, Haikuan sabia que su hermano era un niño bueno, no era un mentiroso, tampoco desobediente, y de la forma en el que estaba yibo, viajando sólo y llorando pidiendo perdón, solo podia significar que, el imbécil que se había aprovechado de su hermano, no se haría cargo.

---- Tranquilo pequeño, supongo que el que estés aquí, quiere decir que lo tendrás ----

----Yo... es mi bebé ----

---- Está bien, todos cometemos errores, aveces algunos errores traen resultados hermosos... yibo, no será fácil, te apoyaré, pero seguirás estudiando, yo trabajaré más turnos, y tendrán lo necesario tú y mi sobrino, tendrás que ser fuerte, recibirás burlas, te criticarán, pero estaré contigo.

El menor abrazó a su hermano mayor, sabía que Haikuan lo aceptaría, el no era malo, era el mejor hermano que podía haber deseado.

----¿Quien?... El padre ----

---- Él no, no hablemos de él ---- El Castaño sonrió, probablemente su hermano aún no estaba listo para hablar sobre ese ser miserable.

----¿Cuando tiempo tienes? ----

---- Dos meses y algunos días, creo ----

---- ¿Crees? ¿No has ido al doctor? ¿obstetra? ---- La cara de confusión del castaño era graciosa y le había sacado una sonrisa al rubio.

---- obstetra, pero no... Es un poco costoso ----

---- Pronto iremos, necesitamos estar al pendiente de tu salud y la de mi sobrino----




El tiempo había pasado rápido, yibo se había establecido en el pequeño apartamento de Haikuan, una pequeña habitación, una cocina, un baño y una sala, su nuevo pequeño hogar. Dilraba había prometido ir a su encuentro tan pronto tuviera dinero suficiente para establecerse también, tres personas no podrían vivir en un pequeño lugar.

Su embarazo había progresado correctamente, su hermano tenía una cámara fotográfica y se encargaba de plasmar cada etapa con fotografías en un gran álbum.

Sus estudios los había retomado, con los primeros meses no había tenido problemas, algunos estudiantes solían invitarlo a salir, pero los rechazaba con timidez.

Con cuatro meses de embarazo, su vientre empezaba a abultarse, los cuchicheos en los pasillos no pasaban desapercibidos, sabía que hablaban de él, de su bebé, de lo que supuestamene habría pasado para estar solo.

Las invitaciones se habian terminado, las miradas despectivas había iniciado.

Haikuan se daba cuenta de la tristeza de su hermano, sabía lo que con llevaba ser padre soltero, las dificultades apenas estaban iniciando, apesar de todo, su hermano sonreía cuando hablaba con su vientre abultado, y esas eran las fotografías que ocupaban el álbum que había comprado.

Yibo había estudiado toda la noche, cuando el Castaño vio su pequeño cuerpo recargado sobre la mesa, durmiendo sobre sus libros, no pudo evitar pensar en el maldito infeliz que lo había embarazado y abandonado a su suerte.

Su pequeño cuerpo era ligero apesar de su vientre abultado... su día debería ser agotar para no despertarse al ser alzado y cargado. En algún momento encontraría al cobarde del que su hermano menor se había enamorado, y lo haría pagar por hacerle pasar malos ratos a yibo.

           Gracias por  leer ♡•♡

Arrepentido [Zhanyi]•[MPREG]Where stories live. Discover now