Papá no está - Ramón

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Angustia (?

No lo entiendo.

Todos mis hermanos tienen papás amorosos, incluso si solo es uno, pero nadie tiene un padre que lo odia.

Mi papá Fit me ha dicho varias veces que independientemente de la situación, él me estará apoyando y queriendo con todo su amor. Lo aprecio mucho, y siendo honesto... más que a mi papá Spreen.

Él casi nunca está conmigo, ¡aunque me hizo una casa muy linda!

Que pasaría si al menos... ¿Fuera alguien dulce?

—Ramón, ten— El híbrido de oso le extendió unas deliciosas galletas recién horneadas, con una sonrisa genuina y llena de cariño hacia su hijo

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—Ramón, ten— El híbrido de oso le extendió unas deliciosas galletas recién horneadas, con una sonrisa genuina y llena de cariño hacia su hijo.

El pequeño solo se limitó a sonreír y agradeció, Ramón tenía dos padres muy amorosos, incluso si uno fuera algo ausente, era dulce con él como una miel.

El argentino dejó la bandeja de galletas en la mesa, agarró una y se la comió también, degustando con una sonrisa su sabor azucarado. Se sentó al lado de su hijo, los dos en un sofá cómodo que los envolvían en una sensación de calidez.

—Y bien, ¿como te ha ido en la escuela?— Cuestionó el de gafas oscuras, mostrando su interés y curiosidad en los nuevos sentimientos y emociones que sentía Ramón al asistir al colegio.

El niño mastica la galleta que su padre anteriormente le dio, para después sentirse bien por tener a Spreen como su papá, preguntándole sobre como estaba en la escuela, aquello lo había enternecido.

—¡Oh! Hice amigos nuevos allí, fue muy divertido, el maestro Quackity es alguien muy divertido— Contó, agarrando más galletas de la bandeja, debido a su buen sabor, no paraba de comerlas cada vez más lleno.
—¡Delicioso!— Halagó mientras a su boca se llevó su quinta galleta.

El ojivioleta lo vio un poco sorprendido por unos segundos, para después parpadear y sonreír dulcemente a su pequeño, se acercó un poco y envolvió sus brazos alrededor de Ramón, con fraternidad y cariño. Le dio un tierno abrazo, expresando su amor y afecto hacia él.

El pelinegro no pudo evitar sentirse emocional cuando por fin pudo tener el suficiente tiempo para pasarla con su hijo, y lo contrario a lo que él pensó, en vez de que Ramón le reclamara del tiempo perdido, le dio halagos y le contó sobre como le fue en la escuela, tan familiarizado incluso si su tiempo juntos fue leve.

Una pequeña lágrima amenazó salir de sus ojos violetas, y con voz un poco ahogada, dijo:
—Te amo tanto, mi querido hijo, perdoname si no paso tanto tiempo con vos, eres de las personas más valiosas que tengo...

Ramón pudo sentir un nudo en su garganta al ver que su padre realmente se culpaba de no pasar muchos días con él. Accedió al abrazo con una sonrisa de oreja a oreja y se dejó llevar por su corazón.

QSMP - One ShotsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora