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A medianoche.


En mi biblioteca.


J.



Tres de ellos recibieron esa nota. Hubo un tiempo en que la hubiesen recibido los cuatro. Se deslizaron en la biblioteca de Jungkook tan silenciosos como la noche y cada uno lo hizo de la forma que más le gustaba. Jin entró por la cocina. Tae trepó por un árbol y se coló por la ventana de una de las habitaciones. Frannie prefirió utilizar una de las puertas que daban a la terraza.


________ estaba allí. Había llegado por la puerta principal, como si ya no tuviese que esconderse. Pero Jungkook sabía la verdad: lo que estaban a punto de hacer tendrían que llevárselo a la tumba.


Se sentaron en sillones dispuestos en círculo.


-Empecemos - dijo Jungkook.


-¿No deberíamos esperar a Jimin? -preguntó Jin.


-No está invitado.


Jin miró a los demás esperando que alguien se quejara y defendiese a su amigo ausente, pero en seguida se dio cuenta de que nadie lo iba a hacer. Él era el médico, siempre intentaba arreglarlo todo y quería que las cosas funcionasen correctamente. Pero había algunas que, una vez rotas, ya nunca volvían a ser lo mismo.


-Como ya sabéis todos, planeé un enfrentamiento con Avendale en Heatherwood. Ahora está encerrado en la bodega de la mansión. Ese hombre es un peligro. Para su mujer, para su hijo, para ________ y para mí. Si el asunto sólo fuese conmigo, lo soltaría y me enfrentaría cara a cara con él, pero no estoy dispuesto a poner en peligro a los demás. -En especial, no estaba dispuesto a poner en peligro a _______.


-¿Y cuál es el plan? -preguntó Tae.


-Si alguno de vosotros no está convencido debería irse ahora.


Todos permanecieron sentados.


Jungkook sintió una pequeña opresión en el pecho y se aclaró la garganta ante aquella demostración de fe en él. Por lo visto Tae no era el único que estaba dispuesto a seguirlo hasta el infierno sin preguntar por qué.


-Gracias por quedarse.


Inspiró con fuerza y se dirigió a Jin.


-Necesitamos un cuerpo. Lo mejor sería un hombre que haya sido enterrado recientemente. Lo vestiremos con esto y le pondremos estos dos anillos. He incluido una nota especificando qué anillo va en cada dedo y en qué mano. -Cogió un hatillo de detrás de su sillón y se lo acercó a Jin. Le había quitado la ropa y las joyas a Avendale antes de marcharse de Heatherwood.


Jin cogió el paquete sin vacilar.


-Hace mucho tiempo que no profano ninguna tumba, pero quien tuvo, retuvo.


-Una vez vestido, habrá que quemarlo hasta que quede irreconocible.


Su amigo asintió.


-Me encargaré de ello.


-Puedes consolarte pensando que su siguiente tumba será mucho más lujosa. - Jungkook se dirigió entonces a Tae -. Estoy buscando a alguien a quien vayan a trasladar de por vida a la penitenciaría de alguna colonia. La edad no importa, siempre que sus documentos se puedan convertir en los de un hombre de treinta y cuatro años.


Tae asintió con aire sombrío.


-Hace poco, sentenciaron a un chico de catorce años. Lo van a trasladar a Tasmania de por vida. Creo que es el castigo que le han impuesto por carterista.


-¡Dios! Podríamos ser cualquiera de nosotros -saltó Jin-. ¿Y a quién le robó la cartera, al príncipe Alberto?


-Eso es lo mismo que pensé yo. -Tae miró a Frannie-. ¿Podrás conseguir que un chico de catorce años parezca un hombre de treinta y cuatro?

EN LA CAMA CON EL DIABLO (JUNGKOOK)Where stories live. Discover now