𝐂𝐚𝐩𝐢́𝐭𝐮𝐥𝐨 𝟑𝟐

236 25 6
                                    

[•Uɴɪᴏ́ɴ•]

«sʜᴀᴘɪʀᴇ ᴋᴜᴅᴏ»

Me giré a la multitud que estaba escuchando mi deducción - No es tanto disfrazarse, como parecerse, ¿alguien a visto al capitán del equipo de basket? - Ví a alguien levantar la mano y luego se hizo paso entre los que estaban allí quedando al frente y habló.

- Se fue hace unos minutos escaleras arriba.- Habló una chica. ¿Qué planea?

- ¡Inspector mande a los policías a rodear el edificio! - Dije y volví a correr escaleras arriba.

Me costó trabajo abrir la puerta de la terraza ya que esta cerrada con llave desde el otro lado, pero luego de unos segundos logré abrirla usando la fuerza.

Ahí estaba él, recostado a la barandilla mirando el cielo com una expresión pensativa.

- Sabía que vendrías - Dijo sin dejar de mirar el cielo nocturno - Con tu inteligencia sabía que me descubririas fácilmente.

- No creas, pase trabajo - Pensé mientras pasaba una mano por mi cabello con nerviosismo - ¿Por qué lo hiciste? - Pregunté quedándome parada a unos metros de él.

- Hace unos días la escuche hablar por teléfono con alguien, planeaban asesinarte - Abrí mis ojos con sorpresa, ¿asesinarme? sabía que tenía enemigos pero no sabía que ella formaba parte de ellos.

- Eso no te justifica.

- Una vez me ayudaste, ¿recuerdas?, y no podía dejarte morir, no podía permitirlo, algo no me dejaba, y entonces planeé esto. -Me miró con una sonrisa triste.

Ya veo, así que lo hizo porque se siente en deuda conmigo. Ah, ahora recuerdo, así que él chico al que iban a robarle era él.

Recuerdo que no hace mucho volvía a pie de vigilar a Kaito en uno de sus atracos ya que tenía ganas de caminar un poco con algo de tranquilidad.

Pero eso no se pudo debido a que en un callejón al parecer se estaba llevando a cabo un robo o una pelea. Me acerqué con cuidado y me asomé. Dentro, aunque estaba oscuro, se podía observar a dos personas acorralando a alguien contra la pared, dejándolo sin escapatoria.

- Escucha mocoso, te has querido hacer el valiente, pero si nos das todo lo traes de valor puede que conserves tu cara en buen estado - Habló uno mientras le amenazaba con un cuchillo. Él acorralado trago en seco y cerró sus ojos con fuerzas, demonios..

- Hey - Dije sin ganas, pero se que me alcanzaron a escuchar, ellos me miraron de reojo y sonrieron con malicia - Tú, eso que llevas en tus manos es algo peligroso, ¿sabías? - Señale al que tenia el cuchillo, pero el otro soltó al chico y se acercó a mi, tomando con fuerza mi mentón.

- Eh muñeca, ¿no te gustaría divertirte? - Cerré mis ojos y apreté mis dientes algo cansada ya, tome su mano y la aparte bruscamente, él me miró y rió - No te hagas la valiente, ven y pasa el rato con nos-

Lastima que no lo deje terminar debido al golpe que le proporsione en su abdomen.

- ¿Y? dime, ¿qué te parece si nos divertimos ahora? - Pregunté con una sonrisa, él me miró con furia y sacó una navaja.

- Te vas a enterar mocosa malcriada - Reí al escuchar como me había llamado.

- Se ve que no sabes quien soy - Él se acercó a mi con torpeza, empuñando la navaja, antes de que pudiera atacarme patee su mano haciendo que suelte la navaja. - Soy Shapire Kudo, detective.

- ¡M-Maldición!

Con otra patada, esta vez en su cuello, le deje inconsciente. Mientras que él otro me miraba perplejo, hasta que al parecer se armo de valor y se acercó a mi, al parecer nervioso ya que sus manos temblaban.

𝗟𝗮 𝗛𝗲𝗿𝗺𝗮𝗻𝗮 𝗱𝗲 𝗦𝗵𝗶𝗻𝗶𝗰𝗵𝗶 𝗞𝘂𝗱𝗼 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora