5

163 20 12
                                    

Y ahí estaba el Kaedehara, de pie y completamente paralizado ante la imagen que tenía delante.

Mientras que Xiao terminaba su cometido, a Kazuha le tocaba vigilar a los alrededores del siencioso pasillo escolar.
Nuestro albino estaba demasiado nervioso, confuso y asustado pero su cara sólo mostraba preocupación.

Probablemente lo que estaba pasando podría hacerle considerarse: cómplice.
Esa idea no le seducía para nada, es por ello que se armó de valor para formular su pregunta.

—Uh... Oye, Xiao— optó por comenzar llamándolo.

—¿Mhm?— tarareó el pelinegro.

—Se puede saber por qué intentas abrir la taquilla de Heizou... No sé si lo sabes, pero lo que estás haciendo es vulnerar su privacidad...— Explicó nervioso, Xiao y él no eran amigos por lo que le incomodaba tener que reprenderle de sus malos actos. El mayor detuvo sus acciones girándose un poco para dirigirse a Kazuha.

—Estoy recuperando una cosa. Heizou tiene el móvil de tu amiga.

—Espera- ¡¿de verdad?!— Exclamó aproximándose a la taquilla y por ende, a Xiao.

—Ajá, míralo tú mismo— consiguió abrir la cerradura revelando el interior de la cavidad. Esta estaba repleta de diferentes elementos pero ambos jóvenes sólo le prestaron atención a uno: el teléfono de la mejor amiga de Kazuha.

Este último estaba sorprendido. Tenía varias preguntas que no pensaba callarse.
—¿Por qué Heizou lo tiene? ¿Por qué me estás ayudando? Y... ¿Cómo... Sabías que estaba aquí?
Soltó agarrando el dispositivo mientras esperaba a que su cómplice entre cerrara la taquilla.

—... Has preguntado mucho.— Comentó el azabache en un tono semi-bromista.

—Tú limítate a contestar— ordenó firmemente cruándose de brazos; oesos cabos sueltos no le gustaban para nada, y no pensaba pasarlo por alto simplemente por tratarse de alguien físicamente atractivo *según Kazuha*.

Xiao resopló:
—Siendo sincero, no puedo responderte-

—¡¿Por qué?!

—¡Pero déjame terminar..! No puedo porque no conozco las respuestas correctas a tus preguntas.— Declaró encogiéndose de hombros.

—Pero qué mentiroso, es imposible que hayas decidido buscar dentro de su taquilla porque te ha salido de ahí. Además, ¡ni siquiera sabes a quién le pertenece este móvil! Me estás asustando...

—Bueeno, bueeeno; no te me pongas así, si vienes a mi fiesta, te lo contaré con detalles incluídos.

—¿Por qué insistís tanto en que vaya? Sé que sería guay tenerme ahí— bromeó —pero tampoco es que vaya a cambiar si estoy presente, ¿no?

Xiao permaneció en silencio.

—¿¿No??— Repite el albino.

—Bueno, a mí sólo me interesas porque a Scara le interesas. Pareces un tipo amable, sólo quería darte la oportunidad de pasar un buen rato junto a otras personas que seguramente también amarán hablar contigo, Kaedehara— sus palabras fueron acompañadas con un semblante serio y marchitado, entristeciendo un poco al contrario.

—... Está bien, iré. Pero más vale que me respondas y...

—¿Y?

—¡Asegúrate de que me lo pase en grande!— Kazuha sonrió de oreja a oreja observando atentamente los orbes dorados. —Nos vemos allí— dijo como despedida, levantó su mano cerrada con la intención de chocar su puño contra el de Xiao. Él correspondió el choque y Kazuha se retiró felizmente hacia donde se suponía que estaba Yoimiya.

₊⿻゚𝗨𝗻 𝘃𝗲𝗰𝗶𝗻𝗼 𝗿𝘂𝗶𝗱𝗼𝘀𝗼 ↳𝗫𝗶𝗮𝗼𝘇𝘂Donde viven las historias. Descúbrelo ahora