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"Nuevos vecinos"

—¿Jace?

—¿Kylie?

—¡Jace!

—¡Kylie!

Pegué un grito de emoción y corrí entusiasmada por toda la casa a abrir la puerta por la que entró disparado mi amigo a asfixiarme con un abrazo. Me apretó entre sus fuertes brazos, después de tantos años sin vernos ahora nos encontrábamos a las 2:00am en la entrada de mi casa y yo no podía estar más feliz.

—¿Por qué no me dijiste que estabas de vuelta? —le reproché con una sonrisa después del empalagoso abrazo.

—Quería darte una sorpresa pero al final el sorprendido fui yo —se rascó la nuca sonriente—. Pensé que todavía vivías con tu tía.

—No, nos mudamos aquí hace como cuatro meses —hice un esfuerzo en recordar y reí—. Mi mamá y mi tía no concuerdan muy bien en la misma casa.

—Me imagino —imitó mi gesto.

—¿Te mudaste aquí o solo estás de paso? —pregunté con la esperanza de que se quedara.

—Bueno, hay algo más que no te dije —bajó la cabeza cambiando de expresión.

—¿El qué? —cuestioné preocupada.

—Es que... —jugó nervioso con sus manos—. ¡Me han transferido a tu colegio! —anunció con alegría.

—¡¿Enserio?! —chillé al igual que Jace.

—¡Si! —nos cogimos de las manos y empezamos a dar saltitos como dos niñas adolescentes—. ¿Te mudaste solo?

—No, mi compañero de piso en España vino conmigo, es agradable —me informó y me desordenó el cabello con una mano—. Pero tranquila que tu sigues siendo mi favorita.

—Eso lo sé —tiré parte de mi cabello hacia atrás con una mano como las chicas populares de las películas clichés.

—Ya debo irme, dejé la puerta abierta y Asher es un poco paranoico —al mencionar el nombre de su compañero su teléfono comenzó a sonar en el bolsillo, lo sacó para mirar quien era—, lo que te dije, es él.

—Está bien, ve —le sonreí y lo señalé con mi dedo índice—. Pero mañana a primera hora te estoy molestando.

—No si yo lo hago primero —me guiñó un ojo, su vista se posó en mis labios y su sonrisa se ensanchó—. Me tienes que actualizar un par de cositas.

Confundida, llevé una mano a mi boca y Jace solo rió. Se despidió con un beso en la frente y se fue.
Cerré la puerta y me recosté de espaldas en esta, dejé salir un largo suspiro sonriendo. Jace Millers, mi mejor amigo desde que tengo memoria, se podría decir que éramos como hermanos porque para reforzar amistad solo faltó ir al baño juntos, que bueno que nunca lo hicimos para no darle vida a la frase 'La confianza da asco'. Cabello negro y ojos verdes, piel morena pero clara y de estarura media, nunca fue muy amante de los deportes pero el gym le dio un buen cuerpo a pesar de ser delgado. En el último año de secundaria se mudó a España con su madre, aunque parte de su familia se quedó aquí en los Estados Unidos. Todo este tiempo estuvimos hablando a través de llamadas y mensajes pero no se compara con verlo otra vez en persona.

Verdad o Reto: Todo comenzó con un juegoOù les histoires vivent. Découvrez maintenant