ÍNCUBO 2 : La venganza de Brooke ( TERMINADA)

capítulo 17

Tenían a Morgan atada en una silla de pies y manos con unas cuerdas gruesas que le envolvían todo el torso y los brazos en ambos lados mientras que sus pies, apenas podían moverse por también sus ataduras con la segunda cuerda, que conseguían dejárselas totalmente inmovilizadas como el resto de su cuerpo. Dentro de un círculo dibujado con tiza en donde la mantenían encerrada con un conjuro del cuál, no podría escapar ya que, dejaba sus poderes pausados para que no pudiera usarlos.

La miraban desde la distancia con brazos cruzados y era la propia Brooke quien empezaba la conversación.

— Gracias, por traerla. — Le decía a Marie Anne sin quitarle la vista de encima a Morgan.

Marie Anne asentía despacio y pausadamente. — Ha sido fácil, solo he seguido mi instinto.

— ¿ Cómo has logrado cambiar tanto en pocos días? — Le preguntaba ahora Anya.

— No lo sé, supongo que debe venir con el pack.

Las hizo reír por lo bajo, igual que el profesor Kirkman y al padre Rosemberg, que sonreían divertidos por el comentario.

— ¿ Qué vas a hacer? — Preguntaba el cura.

Brooke suspiró — Intentaré llegar a un acuerdo con ella, a ver que quiere.

— No lo sé Brooke — Se adelantaba Anya. — No creo que esté dispuesta a cooperar y aunque lo estuviera, me resulta difícil de imaginar que después del sobre esfuerzo que hizo para hacerle eso a Abby, cambie de oportunidades ahora.

— Si es posible, pero para eso tenemos a nuestra otra amiga.

La miró mal, pero fue Marie Anne quien preguntó ahora.

— ¿ Qué amiga?

— Elisa Sawyer — se adelantaba el profesor Kirkman. — Una vieja conocida.

— Creía que era una bruja del diablo.

— Y lo es, pero quiere tenerla a ella así que, no hay mal que por bien no venga. — Respondía ahora Brooke.

— Si, ¿ pero a qué precio? Sigue siendo quien es, y ya te dije que esa bruja busca algo más, algo que tiene que ver contigo. — Le recriminaba Anya.

— Lo sé, pero no tenemos más remedio. — Pausaba unos segundos de más escuchando el propio silencio que se determinaba en la estancia. — Voy a su tienda.

— ¿ Qué vas a ir ahora? — Le preguntaba el profesor con cejas elevadas un poco impresionado.

— Si, quiero acabar con esto cuanto antes, y no creo que sea muy apropiado que me duerma, si uno de esos dos consigue salir del espejo, vendrán a por mi y no creo que estén de muy buen humor, y menos Assaro.

Asintieron y no dijeron nada más mientras que ella, daba la vuelta sobre sus talones y se disponía a salir de la tienda.

Anya se acercó lentamente a Morgan ante la atenta mirada del resto. — ¿ Porqué lo hiciste? ¿ Qué te hizo?

Morgan sonrió — ¿ Y qué más da? — La miró directamente a los ojos. — Esta muerta, y ya no podéis hacer nada, no entiendo porque perdéis el tiempo. — Decía eso último para luego mirar a Marie Anne con furia.

La aludida sonrió irónicamente. — Tiempo es lo que nos sobra, por lo menos a mi y no tengo prisa.

Se quedaron de nuevo con ese silencio incómodo y sepulcral que invadía toda la sala de la tienda.
La tenía en una habitación apartada ya que, no se fiaban en bajarla al sótano junto a los demonios.
Mientras que Brooke, subía a su coche, arrancaba el motor y se ponía en marcha para ir a la tienda de Elisa.
Pensaba en todo lo ocurrido, su mente intentaba adaptarse a esa situación en la que estaba confusa y aunque no distinguía la realidad de la mentira, intentaría por todos los medios poder sacar a Abby del infierno y hacerles pagar por lo que hicieron.
Estuvo pensando en ello durante todo el trayecto que duraba aproximadamente unos cuarenta y cinco minutos, llegando ahora hacia su destino.
Visualizando la tienda, paraba el motor y salía del coche lentamente, caminando luego cruzando la calle y entrando en la tienda sintiendo de nuevo ese escalofrío que le recorría por todo el cuerpo.
Hizo mueca al ver a su alrededor, no le gustaba esa sensación de negatividad, era como si le quitaran la energía.