🌆; 𝘊𝘩𝘢𝘱𝘵𝘦𝘳 𝘵𝘸𝘦𝘯𝘵𝘺 𝘧𝘰𝘶𝘳

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24: El secuestro. pt.1

Jeon.


La boda estaba arruinada.

Jungkook tienes que darte prisa en regresar, estamos a punto de perderlo todo —oía a Yoongui a través de la llamada, se oía asustado.

—¿Volver? ¿Volver a dónde, Min?

—Aquí, a las Bahamas. Por favor, rápido —los gritos de Norah se alcanzaban a oír de fondo, terror, sí era eso.

Pero… ¿Qué pudo haber pasado tan grave que fuera necesario abandonar la ceremonia de casamiento?

—¿Lo haz escuchado ya? —una voz familiar irrumpió la conversación entre mi hermano y yo— ¿Sabes ya quién demonios soy? —asentí sabiendo aún que no me podía ver— ¿O hace falta que secuestre más personas de tu inmunda familia?

Sabía claramente con qué rata hablaba en este instante.

—¡No! Si haces eso juro por mi madre que te mato hijo de perra ¿Me oíste? ¡TE MATO! —amenacé alterado.

¿Cómo lo había conseguido? Siendo un hijo de puta sin un hoyo siquiera para caerse muerto… había tenido que ser un milagro definitivamente. Él solo no iba a poder burlar toda la seguridad del hotel y sacar a un abogado importante y a una embarazada secuestrados sin levantar sospechas.

—¿Qué pasa cariño? ¿Por qué los gritos? —Eun Ji entró a la habitación del nuevo hotel un poco sobresaltada, con la cabeza llena de rulos y una bata de satín. Casi lista para nuestra boda.

—No es nada importante —mentí teniendo que alejar el celular lejos de ella.

Una vez que se sintió satisfecha de preguntas se marchó.

—Era esa puta ¿no? Esa maldita…

—No hables así de mi novia imbécil, estás buscando tu muerte —avisé.

Yo hablo de ella como se me pegue la gana, pero eso no me interesa ahora.

—¡Dime cuanto maldito dinero quieres, joder, pero ya deja a mi familia en paz! —grité y al mismo tiempo queriendo descargar toda la rabia que estaba acumulando tomé la lámpara que descansaba en la mesita de noche y la arrojé con fuerza contra la pared a varios metros de mí, uno de los pedazos rotos golpeó mi mejilla y me cortó pero no me inmuté.

—Yo no quiero dinero… no, no, no —comenzó a murmurar incoherencias como el maldito desquiciado que era— Yo quiero venganza, quizás me quede con tus casinos, como el plan inicial.

—¿Plan inicial? —no pude evitar preguntar.

—Claro, había olvidado decirte, soy tu socio, mucho gusto: el Sr. K.

Y cuando creía que no podía tener más ganas de matar a este idiota va y hace otra estupidez.

—Me lo quitaste todo, me diste una golpiza y me dejaste solo —él río descontroladamente— fuí realmente patético. Pero ya gozaste de mucha felicidad Jeon Jungkook, es hora de hacerte sentir miserable.

Al otro lado de la línea se oyó un disparo acompañado de un grito de agonía proveniente de los labios de Borah.

—¡Desgraciado no la toques!

—Ay… ¡ups! —rió, Eun Ji no se podía enterar de esto de ninguna forma, resultaría muy afectada— Creo que mi arma estaba muy cerca de la panza de ella.

A las apuestas; j.jk ✔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora