CAP. 34

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Miércoles POV

Pasaron unos cuantos meses, y no salía de mi habitación, ni siquiera para esas simples clases, vinieron de vez en cuando mis padres, pero sin éxito, ya que no habría la puerta a nadie, Cosa me dijo que lo mejor que podía hacer con los ahorros de la familia que me correspondían, era buscarme un alojamiento para mi sola, y si se lo permitía, para el también, cierto es que, Cosa es el único que a estado en mi habitación conmigo día sí y día también, por eso se merece estar a mi lado.

Y eso hice, no me despedí de nadie el día que me fui, vi muchas caras largas llenas de ilusión derrotada al ver que no dije ni una sola palabra al salir de allí, pero lo cierto es que, llevo semanas sin hablar, no lo iba a hacer ahora, con gente tan insignificante para mi. Cogí lo preciso, y me fui a un apartamento que estaba en la zona céntrica del pueblo, tampoco tenía tantos ahorros, sabía que tenía que encontrar trabajo, pero con esta cara cualquiera me dice los buenos días.

Pasaron semanas en aquel apartamento, no recibía visitas ni mucho menos correo, acoplé mis cosas y me adapté a mi nuevo hogar. Salí en búsqueda de trabajo, con Cosa en mi hombro, al final de un largo día, me escogieron en un supermercado de la zona, no era lo que mas me entusiasmaba, pero era en lo único que habían admitido mis pintas. Pase días trabajando y teniendo pequeños incidentes con clientes chapados a la antigua, pero ninguna bronca me llamaba la atención, me dedicaba a existir, en vez de vivir. Pero eso, en parte, no era nada nuevo para mi.

Llegaba a deshoras a casa, cansada y sin ganas de ver a nadie más, así pasó más y más el tiempo, y mi ganas de ver a Enid aumentaban cada día, en el fondo sabía que Enid no estaba del todo dispuesta a estar con su madre y no volver a la Academia, pero quizás me equivoque, no quiera verme, y realmente esa fue su decisión.

Todas las noches es la misma conversación conmigo misma, si estará bien, si me odia, si quiere verme, todo eso hasta que mis ojos se cierran solos de tanto pensar. Cosa me arropa y me da las buenas noches, para que no me sienta tan vacía, pero lo único que me llena es Enid, y no está.

Me despierto a las seis de la mañana, me gusta dar un paseo cuando aun es de noche y hace un poco de frío.

Paseo por las calles con mi café, sintiendo la brisa del aire mañanero, la poca luz que queda de la noche, y un mareo nada inusual en mi, a la que sigo andando me choco con una persona y mi café se va a la deriva.

-¿Estas bien?

-Podrías mirar por donde vas. -dije de mal humor-

-Siento el incidente, tengo un poco de prisa. -me miró a los ojos-

-Pues vete de mi camino.

-No hace falta ser grosera. -dispone a andar-

-¿Grosera? -me giro para mirarle, se para en seco-

-Sí -se gira de nuevo- Miércoles Addams.

-¿Como sabes mi nombre?

-Te conoce todo el pueblo, te largaste de la Academia para venirte a un apartamento ¿ha que se debe?

-No tengo que darle explicaciones a nadie, y más vale que no sigas conociéndome por tu bien.

Se marchó, pero me dejó un regusto amargo que no me gustó para nada, es evidente que esta muy informada de mi, pero es pura casualidad haberme encontrado con ella, quizás tenga que ver algo con la madre de Enid, pero lo dudo mucho.

Beso triste.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora