10 cosas que odio de ti

odio tu forma de conducir

2016
Los frenos de golpe que se escuchaban por mi ventana ya me tenían harta, eso y los gritos del Álvarez mayor me ponían los nervios de punta, y es que no podía esperar ya a que el tarado de Kevin aprendiera a manejar.

Esta era como la tercera semana consecutiva en la que iniciaba el día en mi fin de semana con los gritos y peleas de mis queridísimos vecinos, bueno, querido solamente Óscar.

Por más que el mayor le gritaba y le decía como tenía que hacer las cosas Kevin no lo captaba y llenaba la calle principal de frenones agresivos que resonaban por toda la privada.

—¡QUE SUELTES DESPACIO EL CLUTCH NAHIN!.—gritó Oscar.

—¡QUE NO ME ESTES GRITANDO!.—grito de vuelta Kevin.

—¡YA CÁLLENSE LOS DOS!.—desde el balcón de mi ventana les grite a los dos haciendo que voltearan a verme.

Óscar se rió al ver las fachas en las que andaba y Kevin por el contrario rodó los ojos y me tiro dedo.

Yo solo le saque la lengua y luego entre a mi cuarto de nuevo devolviendo las gruesas cortinas a su lugar.

Una vez más, Kevin Álvarez había jodido mi sábado por la mañana.

2018

No estaba segura si esta era una buena idea, de hecho, me pareció una pésima idea desde que Felipe toco mi puerta desesperadamente y me dijo.

—Iremos a tu primer antro hoy, pasamos por ti a las 9.

¿Antro? ¿Alcohol? ¿Con Felipe? ¿Con Óscar? ¡¿Con Kevin?!

No, no no no.

Eso sonaba como problemas por donde fuera que lo viera, pero me di cuenta que no me podría zafar de ese loco plan cuando baje y mi mamá emocionada me llevo a rastras al centro comercial a comprar ropa adecuada para mi salida de esta noche.

Y yo no tuve corazón para negarme, así que con todo mi pesar puse mi mejor cara y cuando cayó la tarde comencé a arreglarme para la "divertida" salida que tendría con mis vecinos. Realmente no pudieron esperar ni una semana desde que supieron que tenía mi credencial para sacarme y obligarme a acompañarlos.

Puntuales a las 9:00 tocaron el timbre, me despedí de mis papás y luego subí al carro saludando a Óscar y Felipe y dándole un zape a Kevin en cuanto entre al asiento trasero.

Este solo rodó los ojos y me empujó para después continuar su conversación con sus hermanos mientras que yo intentaba controlar el nudo de nervios que sentía en la boca de mi garganta, tenía un presentimiento, y no sabía si esta noche terminaría muy bien, o muy mal, pero ya me hacía una idea cual sería la respuesta correcta.

(...)

Si, exacto. Como siempre estaba en lo correcto. Los mayores "responsables" que nos cuidarían esta noche y terminaron yéndose a la primera oportunidad que tuvieron, y ni si quiera tuvimos que preguntar a que irían.

Simplemente nos sonrieron y dijeron que nos verían luego en casa.

Genial, no llevábamos ni una hora en este lugar cuando todo comenzó a ser un desastre.

Kevin como imaginaba no había tardado en encontrar una víctima a la vista y yo no podría con la pena ajena que me causaría verlo intentar ligar, pero de verdad yo ya no aguantaba estar aquí, mi inseguridad y desconfianza por sentirme sola en un lugar como estos me estaba haciendo entrar en una crisis, realmente quería irme.

Así que me trague mi orgullo y temerosa me acerque a Kevin y palmee su hombro suavemente.

El volteó hacia atrás e hizo una mueca cuando me vio.