Un amor distorsionado: la obsesión posesiva de Mario

Capítulo 4: Una oscura transformación

Luego de semejante noche para ambos, Mario seguía en declive, pues su creciente obsesión por el poder y el control sobre su hermano había afectado su estabilidad mental y emocional. Ya no era el fontanero convertido en héroe en el que el Reino Champiñón había llegado a confiar. En cambio, se había convertido en una versión retorcida de sí mismo. Consumido por sus deseos más oscuros siguió abusando de su hermano, sin temores ni remordimientos.

Cada día que pasaba, Mario se alejaba más de la realidad. Sus pensamientos fueron consumidos por pensamientos de dominación y control, y se aisló cada vez más de quienes lo rodeaban. Los amigos y aliados que una vez estuvieron a su lado ahora tenían miedo de la oscuridad que irradiaba de él. Impulsado por su obsesión, pasaría innumerables horas encerrado en su habitación, tiempo en el cual solamente se encontraba abusando de su hermano, pues para el, era la mas grande muestra de afecto que le puedes dar a aquel que amas. El héroe de ojos brillantes se había convertido en una sombra de sí mismo, consumido por un hambre insaciable de poder.

Mientras mas tiempo pasaban, mas afectado se veía Luigi en todo esto, no sabría expresar con palabras como se sentía, pues, ni el mismo lo entendía. El ser tratado así también le empezó a afectar mentalmente, no tardaría mucho en aceptarlo también dentro de si, en cierto modo le gustaba pero a su vez su mente le decía que todo esto estaba mal.

Los días pasaban y el vinculo de ellos dos solo crecía, la idea de poseer a Luigi en su totalidad se convirtió en la única prioridad de Mario. Para el, cualquier cosa que haría falta para tener a su hermano con el seria aceptada, para todos los demás no era mas que una simple exageración, ciegos por esta mentalidad descartaban cualquier posibilidad de que en realidad se trataba de un "amor" posesivo, en la que ambos caían lentamente en la locura, locura que a sus ojos era la muestra de su amor mutuo. Pero esto aún no era suficiente para Mario.