Siempre Sofy

Capítulo 24. Gran avance.

Capítulo 24.

Gran avance.

Máximo.

Esta semana ha sido excelente, hemos obtenido mucha información de Bustamante y Sipriano. Los muy tontos han pasado a visitar mucha gente de la que estamos recaudando información, algunos son gente sin importancia, pero la mayoría son exiliados que están dados por muertos en otros clanes. Últimamente, se los está viendo bajar de norte a sur, no sabemos si están regresando aquí o si tienen intenciones de seguir visitando gente, así que los seguiremos dejando a ver a donde van.

Había hablado con mi madre sobre Alexia, me dijo que lo mejor que podía hacer para acercarme a ella era por medio de Sofy, no iba a usar a mi hija para llegar a una mujer, pero mi madre insistió en que le hable con la verdad. Una verdad con omisiones, pero la verdad sobre mis sentimientos hacia Sofy. No creí que me sirviera de mucho, pero ante la relación que en ese momento teníamos, valía la pena intentar, como mucho, seguiría su odio e ignorándome.

Mi madre me dijo que me esperaba 17:20 hs en punto en la habitación de Sofy, y así lo hice, llegué 17:15 hs, no sabía para qué me había hecho llegar a la habitación a esa hora, por lo que intenté interrogarla mientras ella esquivaba mis preguntas y me estaba enojando, hasta que en un momento la puerta se abre y Alexia me mira con el ceño fruncido, está por retirarse a lo que mi madre no sé que dice, se levanta de un salto y se va dejándonos solos.

Alexia se pone a revisar a Sofy ignorándome, como siempre. La veo incómoda, hasta que me habla y preguntándome que hago aquí, y es ahí donde recuerdo las palabras de mi madre sobre decir la verdad. 

No sé como empezar, no sé como hablarle, cuando me echa de la habitación estoy por irme, pero sé que quizás no tendré otra oportunidad y terriblemente nervioso intento decirle, pero las palabras no me salen o se me entrecortan. No sé como encarar ésta situación, hasta que tomo valor y suelto todos los sentimientos que me vienen abrumando por Sofy con omisiones mediantes. Le pido que me ayude y Alexia, luego de escucharme atentamente, lo medita y acepta. 

Luego me enseña a cargar a Sofy y a alimentarla. Yyyyyyy me siento feliz, una ola de sentimientos me recorre todo el cuerpo, por fin toqué a mi hija, creí que nunca iba a pasar, luego la alimento. Se ve bellísima mientras come con tantas ganas que sé que de ahora en más, sólo le queda mejorar y crecer para llenarme la cabeza de canas. 

Alexia me enseña a hacerla eructar, liberó 3 eructos estruendosos que me hacen reír, ¿Cómo puede ser que algo tan chiquitito haga semejante ruido?, y luego con su pancita llena se duerme cuál tronco en mis brazos yyyy... soy feliz, no sabía cuanto la necesitaba hasta ahora. Ésta niña llena mi corazón de vida, esperanza e ilusión a futuro, donde el mundo es sólo de ella, así como también lo soy yo, no pude dejar de observarla ni un minuto desde que la levante de la cuna, yo la cree, lleva mi sangre, y es parte de mí.

Alexia me saca de mi trance cuando me dice que tiene que volver a trabajar, y que si quiero venir a ver a Sofy más tarde, lo cual asiento con gusto y gratitud por éste momento que anhelaba hace mucho tiempo. 

Cuando se fue me quede con Sofy en brazos, no quería soltarla, empecé con suavidad a investigar todo su cuerpo, no había ser más hermoso en ésta tierra, tenía mis rasgos y facciones, pero de manera fina y delicada, que le hacían un rostro de muñeca. Si bien a veces abría los ojos, se les notaban claros, pero no se le distinguía el color. No sé en qué momento llego mi madre, no la escuché, sólo me di vuelta y ella me observaba con los ojos llorosos y creo la misma mirada que yo tenía con Sofy, mi bebé, mi hija.

Luego le conté todo lo sucedido mientras mi madre asentía y repetía cuanto amaba a Alexia.

Durante lo que quedó de la tarde no me fui, me quedé con Sofy en mis brazos, ya los tenía adormecidos, pero no me importaba, no quería soltarla. 

Hablé con mi madre quien me contó sobre la guarda de Alexia para Sofy, del departamento que tenía, las remodelaciones que había que hacerle y las cosas que necesitaba para que a Sofy no le hiciera falta nada. 

Nos tomamos unas fotos los 3 para mostrarle a mi padre, quien luego de verlas y de oír hablar tanto de Alexia se había empecinado en conocerlas a ambas y tendríamos que encontrar la manera de hacerlo. 

También hablé con las enfermeras y el médico cuando vinieron a controlarla sobre el estado de salud de Sofy y sus necesidades luego del alta. Se hizo la hora de salida de Alexia, así que fui a buscarla para volver a la neo con ella. La encontré trabajando, la salude como si recién llegara, me saludó muy efusiva, alegre y con una sonrisa.

Me dejó helado, éste cambio conmigo, no lo esperaba, era un avance muy grande que me gustaba, sólo no debía arruinarlo. Me pidió que la espere en la puerta del ascensor, que en unos minutos nos encontraríamos ahí, así que me dirigí hacia él a esperarla.