Capitulo 7

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No consiguió dormir en toda la noche.

Gemini se sentó en el sofá, donde había decidido volver a pasar la noche pese a que Nam había vuelto a casa sin la misma hostilidad con la que había llegado el día anterior.

En ese momento no quería ni ver ni hablar con nadie, pese a todas las emociones que había experimentado en el callejón, lo ocurrido le había dejado un sabor agridulce, más amargo que dulce y no por lo que él hubiera sentido en ese momento.

Sepultó la cabeza en las manos, frotándose los ojos con fuerza.

Se había vuelto completamente loco. Si en algún momento había creído que se le pasaría el obsesivo interés por Fourth pagando le para tener sexo oral, se había equivocado totalmente. ¡Era de locos!

Comenzó a reír y levantó la cabeza para mirar la mano que había agarrado a los cabellos de Fourth y la cerró con fuerza, incapaz de olvidarse de la sensación del tacto suave de los mechones aferrados a sus dedos.

— Mierda. — musito.

¿Para qué engañarse por más tiempo? ¿Iba a servir de algo hacerlo? Lo que sentía, por más que lo hubiera olvidado, era lo que se sentía al estar enamorado de alguien.

Volvió a reír.

Era ridículo enamorarse a su edad de un muchacho, anhelar verlo, ir a buscarlo, querer saber lo que hace y con quien está, los enfermizos celos y rabia de saber que se prostituia, que lo mismo que le había hecho a él por dinero se lo haría a cualquiera que le pagará.

Se sentía tan mal...

No; mal no era la palabra. Desesperado encajaba mucho mejor.

No siquiera le importaba la discusión con Nam, ni la prepotencia de toda su familia, ni tan siquiera que ellos lo considerarán un inepto e inútil al no ser capaz de convertirse en un canalla estafando a los demás.

En su mente sólo importaba Fourth.

Y le había demostrado sus sentimientos tirándole el dinero a la cara para comprar sus servicios sexuales.

¡Era tan imbécil!

Aunque Fourth no había recogido el dinero... ¿Podía permitirse un atisbo de esperanza?

Su risa sonó hueca.

La expresión de Fourth no había sido precisamente la de alguien que hubiera disfrutado del momento.

— ¿Qué haces?

Gemini levantó la cabeza y miró a Nam que salía en ese momento de la habitación. Llevaba el cabello suelto y caía sobre sus hombros desnudos, perfectamente bronceados. Bajó la mirada hasta los senos, ligeramente visibles tras su corto camisón lila de tirantes. Estaba preciosa, deseable.

Pero él no sintió nada.

Se levantó y paso de largo, impidiendo que la puerta de la habitación se cerrará.

— Iba a tomar una ducha.

Nam lo miró de refilón mientras entraba y cerraba la puerta a su espalda; fue derecho al vestidor y buscó ropa limpia antes de regresar y encerrarse en el cuarto de baño. Se ducho rápidamente y se vistió.

Necesitaba despejar la cabeza y aclarar las ideas.

Gemini se peinó, sin molestarse en secarse el cabello mojado, ignorando las ojeras que adornaban sus ojos y se las mostraba en el reflejo del espejo.

No necesitaba aclararse nada; acababa de hacerlo.

Quería a Fourth

Y lo quería para él.



Solo Tú   [GeminiFourth]Where stories live. Discover now