El Segundo Fu se frotó las manos, queriendo abrazar pero no pudo hacerlo, así que esperó a que su esposa se despertara antes de abrazar.
"Fubao, ¿por qué ya no me llamas papá?"
Cada vez que la niña abría la boca, su corazón era tan dulce como la miel.
Fu Xing'er se dio la vuelta enojada, ya que no quería hablar más con él.
¡Madre!
¡Despierta rápido!
De lo contrario, me saldrán erupciones en el trasero.
La Sra. Fu parecio escuchar las oraciones constantes de Fu Xing'er y se despertó.
Inmediatamente se acercó para echar un vistazo al abrir los ojos.
"Mi hija está despierta, ¿hay algún problema?"
Las mujeres que han dado a luz a un niño no duermen bien, por temor a que el niño tenga hambre y llore.
El segundo Fu se rascó la cabeza con tono agraviado: "Mi esposa, ¿por qué siento que mi hija me está ignorando?"
Era bastante obvio.
Hace un rato estaba gritando.
Fu Xing'er hizo un puchero y pensó: "¡Finalmente! Mi padre poco confiable, finalmente me has entendido correctamente".
¿Por qué no tuviste esa comprensión?
Yo soy la victima aquí, no tú.
Al ver que la Sra. Fu se acercaba, Fu Xing'er frunció la boca y una capa de lágrimas apareció de inmediato en sus ojos.
Madre, por fin despertaste.
¡Estoy salvada!
Ella sollozó en voz alta en agravio.
Habiendo criado a muchos niños, la Sra. Fu sintió que algo andaba mal cuando la vio: "Fubao, madre mira lo que te pasa, no llores".
Fu Xing'er frunció los labios y asintió.
¡Apresúrate!
Es muy incómodo.
Con una sola mirada y la Sra. Fu estaba furiosa.
"Mira, mi hija orinó y su trasero se está poniendo roja, pero ni siquiera te diste cuenta".
La Sra. Fy no tuvo tiempo de regañarlo. Se apresuró a limpiar y cambiar la ropa.
Su trasero se sentía ventoso.
¡Tan embarazoso!
Pero estaba limpio al fin.
¡Cómodo!
Fu Xing'er estaba acostada en la cama, escupiendo burbujas cómodamente desde su pequeña boca.
Podía sentir como aumenta la ira destructiva de su madre, dirigida a su poco confiable padre.
Definitivamente recibirá un regaño.
Después de terminar, la Sra. Fu lo miró fijamente con una cara seria.
Criticó: "Viejo, ¿cómo puedes ser un padre así? Si no me hubiera despertado, Fubao habría tenido erupciones en el trasero".
Segundo Fu se paró allí como un niño que cometió un error: "Los niños tienen una piel delicada y una carne tierna, y sus nalgas se pondrán rojas después de estar manchadas con heces y orina durante mucho tiempo. No sabes lo incómodo que es ese sentimiento Imagínese orinando y orinando en sus pantalones ¡A qué sabe!"
Esta es la chica que tanto les costó conseguir, cómo podían dejarla sufrir este tipo de sufrimiento.
Fu Xing'er pateó su pantorrilla para expresar su acuerdo.
Es demasiado incómodo.
Al imaginar ese sentimiento, el segundo Fu se sintió extremadamente culpable, inclinó la cabeza y dijo: "Mi esposa, me equivoqué".
No solo no se dio cuenta de que su hija estaba incómoda, sino que pensó que le estaba gritando.
Fue su negligencia, su culpa.
Después de décadas de ser marido y mujer, la Sra. Fu también conocía su temperamento. Se llenó de alegría después de dar a luz a una hija que se le olvidó el sentido común.
En el pasado, cuando nacían Daxing y Erxing, se levantaba en medio de la noche para cuidar su ropa, cambiarse y lavarse los pantalones, y engatusar a los niños uno por uno.
Por el contrario, estaba completamente perdido con su hija.
Ama a su hija más que a nadie. Un error como este definitivamente lo haría extremadamente culpable.
La tez de la Sra. Fu mejoró mucho: "Fubao está bien ahora, solo presta más atención en el futuro".
Segundo Fu asintió pesadamente.
Recordará profundamente esta lección.
Tanto es así que cuando Fu Xinger abrió la boca en el futuro, su reacción fue más rápida que cualquier otra persona.
"Fubao, papi cometió un error, es por su descuido". El Segundo Fu se acercó y, mientras hablaba, comenzó a llorar, tenía los ojos húmedos: "Papá no volverá a cometer ese error, perdóname, por favor".
Fu Xing'er se sorprendió.
El padre poco confiable parecía estaba a punto de llorar de culpa.
En mi memoria, su padre poco confiable era un hombre duro que derramaba sangre en lugar de llorar.
Está bien, perdonare a mi poco confiable padre.
"Mm,mm". Fu Xing'er asintió con la cabeza.
El Segundo Fu volvió a escuchar su voz y su reacción fue rápida.
Fu Xing'er sintió un movimiento repentino.
¡Qué está sucediendo!
Su trasero se sentía ventoso.
"No hiciste pipí ni caca, niña, ¿tienes hambre?"
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Todos quieren mimar a la campesina
RomanceLos Fu de la aldea de Liu Shan tuvieron bebés varones durante varias generaciones. Eran muy pobres y no tenían nada más que bebés varones. Finalmente, nació una niña. La abuela Fu estaba tan feliz que se recuperó por completo de su enfermedad tan...
