Capítulo 34

18 13 0
                                    

Ground Wells/Tann Mill

Luan Warren, año 1910

Miro por una última vez el anillo que tengo en el dedo y boto el humo que he aspirado de mi cigarro. Le he pedido matrimonio a la única persona que me ha hecho sentir vivo y no me arrepiento.

Sé que con Gregory sospechamos de los Adams, a ambos nos pareció extraña la excusa de ellos para llegar a este lugar y acercarse a nosotros, pero han demostrado no ser una amenaza, sino todo lo contrario. Emma ha demostrado lealtad ante Gregory y eso es algo que él valora por sobre todo.

Nos reunimos en la madrugada para ir hacia las tierras sin poblar entre la frontera de Ground Wells y Tann Mill. Gregory es el que comanda nuestro ejército y nos habla a todos dándonos los últimos gritos de aliento.

-¡Recuerden por qué están acá!, ¡Ground Wells depende de nosotros!-sigue diciendo y yo solo lo miro con respeto y admiración-.¡Tenemos que ganar esta batalla y así lo haremos!, ¡No sabemos cuántos serán, pero que eso no nos intimide!

¿Por qué no ha sacado aún la caja con jeringas?

-Greg-le interrumpo-.¿Trajiste la caja?-me pongo nervioso cuando veo que se toma su tiempo en responderme, pero se baja de la tarima que utilizó para hablarnos y así poder acercarse a mí.

-No creo que sea necesario hacerlo, ellos podrían enfermar.

-¿Pero de qué estás hablando?-lo miro confundido-.Has trabajado en esto por años, es nuestra única ventaja.

Lo miro y miro su equipaje. Él sí las trajo.

No escucho su respuesta porque abro su equipaje para ver todas las jeringas con sus respectivos nombres.

-¡Todos atentos!-grito y miro con desaprobación a Gregory.

¿Qué es lo que le atormenta?

-¡Les suministraremos estas jeringas como ya le habíamos advertido antes de venir hasta aquí!-todos asienten y forman una fila peleando por un puesto más adelante.

-No se empujen, iré nombrándolos uno por uno.

Les inyecto las jeringas a todos en este lugar a excepción de Gregory y a mí.

Todos parecen reaccionar bien ante el líquido con el intenso dolor que este provoca, eso es porque ya lo habíamos intentado en ellos con anterioridad.

-¿Por qué siento que te estás arrepintiendo?-pregunto sin mirarle.

-¿Hacia dónde me ha llevado todo este odio?, ¿Crees que mis padres hubiesen querido verme así?

-Tus padres hubiesen querido lo mejor para ti, por eso ellos hacían sus revoluciones a escondidas así como tú las has hecho hasta el día de hoy para un mejor Ground Wells.

Él me mira asintiendo, pero no parece estar bien.

-Greg, hermano, mírame-tomo su cara para hacer que me mire-.Daremos cara a Tann Mill, ganaremos la guerra y luego volveremos a casa para celebrar nuestro triunfo. La gente te coronará a ti como rey porque te lo mereces, has dado la cara por todos nosotros y eso es respetable, Mark se irá a la mierda y ambos acabaremos con él.

Gregory solo asiente y vuelvo a sentir que algo anda mal con él.

Le paso la jeringa que le corresponde y yo tomo la última que queda con mi nombre.

-Juntos-le digo con miedo-.Uno, dos...

-¡A la batalla!-un chico detrás de nosotros grita y todos miramos hacia un extremo. Las personas de Tann Mill vienen hacia donde estamos nosotros corriendo, más atrás logramos ver algunos tanques, pero ninguna avioneta. Ellos son pocos, pero más que nosotros.

-¡Gregory, ahora!-le grito y me inyecto yo solo el producto. Caigo de rodillas sin dejar de quejarme por el fuerte dolor. Él no lo ha hecho y soy yo quien le quita la jeringa para inyectársela en su pierna.

Gregory cae también de rodillas quejándose y veo las celestes líneas en sus escleróticas rodeando toda la iris. Ambos nos levantamos extasiados porque esto es demasiado fuerte, siento una adrenalina correr por todo mi cuerpo y tomo las armas para ir a matar a sangre fría.

Miro hacia atrás y veo a Gregory aún de pies, pero tocándose la pierna mala para luego caminar completamente bien. Esta es una de las ventajas para él que produce su experimento.

Él corre en dirección mía y ambos batallamos hasta nuestro último aliento.

Todos corremos, otros se esconden y algunos caen rendidos a nuestros lados.

Tratamos de acercarnos de la manera más sigilosa posible y así poder matar a unos cuantos enemigos en combates de mano a mano saliendo nosotros victoriosos.

La noche cayó más rápido de lo usual y cada vez somos menos por ambos lados.

El experimento ha caducado en casi todos nuestros compañeros, pero eso es lo que menos importa ahora porque llevamos la delantera y por mucho.

Los pocos tanques que quedan de ellos están casi por encima de nosotros, pero Gregory se les acerca metiéndoles granadas dentro de los tubos y yo hago lo mismo con los demás tanques para salir corriendo y escondernos dentro de las trincheras producto de la explosión.

Salimos a batallar y a ayudar a nuestros compañeros que lucen algunos muy mal heridos. Una bala roza mi hombro, pero apenas me tomo el tiempo de siquiera sentirlo. Gregory le dispara en la cabeza a nuestro contrincante ayudando a un compañero que pedía ayuda a gritos, otro enemigo aparece por detrás de Gregory y le hace un pequeño corte en el brazo con una Katana, pero no le hace gran daño porque Gregory es más rápido y le dispara en la cien.

-¡Aprovechemos de atacar con todo, llevamos la delantera y no creo que el experimento dure mucho más tiempo dentro de nosotros!-le grito a Gregory-.¡Todos corran!-ahora grito en dirección a nuestro ejército y nos siguen sin reclamar. Tanto Gregory como yo corremos a la par por delante salvándoles las vidas a los que más podamos de las granadas y disparos que nos han tirado. Me siento eufórico, me siento en la cima.

Gregory también, por otro lado, tiene la katana con la que fue cortado y comienza a quitar cabeza por cabeza enemiga a quien se le cruce.

Las personas de Tann Mill retroceden y nosotros avanzamos dos pasos más. Estoy a punto de matar a otro sujeto más en la cabeza, pero este saca un paño blanco y cae arrodillado rindiéndose, todos sus compañeros hacen lo mismo y es justo cuando el experimento caduca en mí, lo siento en todo mi interior.

-¡Ahora Tann Mill es nuestro!-grito y todos mis compañeros me siguen eufóricos detrás de mí.

Un joven de Tann Mill se pone de pies para apuntarme con su arma, pero Gregory le dispara en su cabeza evitando mi muerte.

-¡Traición!-un hombre mayor de nuestro bando grita y el chico que tengo delante de mí arrodillado se disculpa por el actuar de su compañero suplicando para que no lo mate.

-Ustedes y toda su gente ahora nos pertenecen-le digo por una última vez y disparo en su frente.

-¡Se terminó!-Gregory grita y todos voltean a verle, incluso yo-.¡Ellos ya se rindieron, no habrá más muertes...volvamos a casa, hemos ganado!-sigue diciendo y se dispone a caminar nuevamente cojeando, el efecto en él sorprendentemente ha caducado también.

¿Por qué caducó tan rápido en él?, hasta que lo recuerdo, no logré ponerle todo el líquido dentro de su sistema, la adrenalina no me lo permitió.

-Puto suertudo-suelto al aire con diversión cuando me doy cuenta que su límite llegó justo cuando todo acabó.

A través del tiempo: El experimento [1] BILOGÍADonde viven las historias. Descúbrelo ahora