𝗦𝗧𝗢𝗥𝗜𝗘𝗦 𝖥𝖮𝖫𝖣𝖤𝖱! ִֶָ

𝐒𝐌𝐀𝐂𝐊!

⏜✮ ₊ 𝘳𝘦𝘴𝘶𝘮𝘦𝘯: A Garou y Badd les gusta demostrar afecto de diferentes formas; increíblemente todo resulta ameno.

𝗗𝗥𝗔𝗕𝗕𝗟𝗘'𝗦
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Garou no es alguien común, claro que no, él es grosero, directo y sumamente atrevido. Es por eso que algunas de sus acciones impertinentes, hacen que Badd ya no las tome como algo anormal. Terminando por acostumbrarse a lo empalagoso que podía llegar a ser el albino.

Quizá fue eso lo que llevó a alguien como Badd, un adolescente acostumbrado a las críticas hirientes y halagos furtivos de fans, a fijarse directamente en Garou; el otro adolescente simplemente era él mismo con el héroe de diecisiete años.

Sinceramente y sin querer, quedó encantado con las acciones brutas y directas del albino; quien sin pizca de consolidación los llevó a una relación en donde ambos estaban, la mayor parte del tiempo, cómodos.

Claro, evitando el tema de que Garou, quien atacó directamente a los héroes, pero eran detalles. Pequeños e innecesarios detalles que no importaban en su relación.

Podían vivir con ello, bueno, tal vez en alguna discusión marital, sacarían cartas del pasado; pero eso por el momento, todavía no sucedían. Solo tenían pequeñas discusiones sobre los quehaceres del hogar y alguna que otra porque la heladera quedaba vacía gracias al más alto.

El apetito voraz del hombre era insaciable y no era capaz de aburrirse; un barril sin fondo, sin pansa, ni estrías.

Y hablando de insaciabilidad y de Garou en una misma oración, de lo que menos se aburría el albino, además de la comida, eran de los labios de su actual pareja; el hombre simplemente se tomaba el atrevimiento de besarlo cada que podía. Qué, según él, sería siempre, pero sus deberes de niño bueno, trabajado de héroe, le impedían seguir con su arduo trabajo.

Directamente quería comérselo vivo, eran como un lobo acechando su presa escurridiza. Y tampoco es como si Badd le molestara, disfrutaba de los largos, cortos o densos besos con el de intensos ojos dorados, pero a veces el hombre lo tomaba desprevenido.

Realmente los disfrutaba. Tanto así que en estos momentos estaban en ello; siendo su mayor tranquilidad, que Zenko todavía seguía en la escuela.

Y bueno, tal vez esto era su culpa por haber ignorado al otro y Garou era un maldito cachorro necesitado de afecto. Así que descuidarlo era mantenerlo de un humor cambiante.

Suspiró entre el intenso y húmedo beso; sus lenguas jugueteaban entre sí en un compás estremecedor. Siempre gozó de los labios del mayor, las veces que podían se besaban en las mañanas, pero eso no estaba sucediendo en estos días, de no ser por su intensa manía de ser un buen empleado y héroe, Garou lo hubiese retenido, pero entendía la pequeña terquedad del otro por cumplir su deber, incluso si había a muchísimos más héroe que podían hacerse cargo.