CASSIDY|| StrangerThings Fanfic

▪️ 04 ▪️

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CHAPTER FOUR:
"The camera and the body"

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— Hola.— Frunzo mi entrecejo al ver a una chica salir despeinada de la habitación de mi tío Jim mientras mastico mi cereal.

Anoche que regrese a casa me di cuenta que ya no escuchaba algún sonido sexual y pude dormir bien pensando que la chica que había traído mi tio a casa se había marchado pero, veo que no.

— Hola.— Saludo con una sonrisa sarcástica y observo cómo la chica empieza acercarse a la cocina.

— Soy Eva.— Se presenta con una leve sonrisa y levantó mis cejas sin quitar mi sonrisa sarcástica.

— Soy Cassidy.— Asiente sin quitar su sonrisa amigable de su rostro.— ¿Gustas cereal?.

Levantando mi plato de cereal y esta apunto de responder hasta que ambas escuchamos como se abre una puerta.

— Buenos días.— Me saluda mi tío y observa con una sonrisa nerviosa a Eva.— Creí que ya te habías ido.

— Estaba apunto de irme hasta que vi a tu sobrina y no quise ser maleducada y decidí saludarla.— Dice con una sonrisa amigable mientras mi tío me ve con urgencia y decido intervenir.

— Que linda pero, tengo que ir a la escuela.— Digo con una sonrisa fingida y me acerco a mi tío pasando un brazo por su torso.— ¿Puedes llevarme?.

— Claro.— Dice mientras se separa de mí para pasar un brazo por los hombros de la chica invitándola a irse amablemente de nuestra casa.

Sacudo mi mano despidiéndome de la chica con una sonrisa fingida y borro esta al momento en que mi tío cierra la puerta para acercarse a mi.

— Gracias cariño.— Me dice sirviéndose un poco de cereal y asiento comiendo del mío.

— No hay problema.— Aseguró.— Pero si vas a tener la casa como un motel, mínimo escoge chicas menos ruidosas.

— ¿Hicimos mucho ruido?.— Dice comiendo de su cereal y hago mueca de asco.

— No hables mientras mastiques.— Digo asqueada y dejo mi plato en el fregadero.— Y respondiendo a tu pregunta.....escuchaba sus gemidos teniendo mis audífonos puestos, ¿que te parece eso?.

— Lo siento, no volverá a suceder.— Asegura y me da un beso en mi cabeza alejándose de mí para meterse al cuarto de baño.

— ¡Más te vale!.— Digo y niego rodando mis ojos al escuchar su risa en el baño.

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— Enserio, Jonathan. Fue una situación muy incómoda.— Ríe y lo observo incrédula.— ¡Hasta le ofrecí de mi cereal!.

Después del vergonzoso desayuno en mi casa, mi tío me dejó en la escuela. Ha sido un día tranquilo hasta que en la clase de historia me di cuenta que barbara, la amiga de Nancy, no se encontraba en su habitual asiento. Le conté a Jonathan y me dijo que a la mejor falto o algo así, así que deje mi paranoia y cambie de tema contándole sobre mi desayuno vergonzoso.