Capítulo 2O

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Tres meses habían pasado ya, JungKook tenía un vientre muy grande y pronto llegaría el día tan esperado para los emperadores, los cachorros que fueron salvados del reino de Camelot ya tenían una dulce familia, afortunadamente encontraron a los omegas adecuados para esos cachorritos. Por otro lado JiMin seguían teniendo de prisioneros a WooShik y a los padres de JungKook, no sabía cómo seguir torturandolos.

─ Cariño... hoy es la última vez que bajó al calabozo a ver a ya sabes quién ─. Confesó.

─ ¿Siguen vivos? ─. JiMin asintió─. Pensé que ya se habían muerto.

JiMin sujeto la mano del castaño─: Los estuve torturando... Ellos desean la muerte como no te imaginas, los quiero hacer sufrir más pero es un fastidio tener que bajar todas las noches con ellos.

─ Qué alguien más lo haga por ti─. Habló mientras se acurrucaba en el pecho del pelinegro.

─ ¿No quieres verlos? ─. Cuestionó.

JungKook negó─: No quiero levantarme de la cama, mi vientre pesa mucho.

El alfa acarició el vientre, sintiendo como el cachorro se movía ─: Es tan lindo, ¿también se emociona así con otras personas?

─ No, solo se mueve mucho cuando lo tocas tú o yo ─. Respondió.

─ Mmmh solo espero no sea muy apegado a ti, suficiente tengo con Bam─. Comentó con una sonrisa burlesca.

─ Bam es así porque tú lo educaste así ─. Respondió simple.

JiMin hizo un pequeño mohín mientras se acurrucaba en el pecho del castaño, le gustaba estar de esa manera con su omega y poder oler el aroma de fresa y leche que desprendía.






★ ★ ★ ★





─ Cariño, respira profundo... ─. Pidió mientras sentía su mano doler, su omega estaba tomando su mano con mucha fuerza.

─ Duele, duele mucho ─. Se quejó mientras lloraba.

─ Dense prisa, rápido─. Ordenó JiMin a la partera y su ayudante.

La partera asintió con nervios─: Su majestad cuando vuelva a sentir otra contracción, puje fuerte, por favor ─. Pidió.

El Omega asintió, su frente estaba sudorosa y sentía su parte baja doler mucho, sentía mucho dolor. Pujó con fuerza cuando sintió una contracción

─ ¡Park JiMin! ¡Te odio! ─. Grito.

JiMin tapó los pechos del omega con el camisón mojado que se le había resbalado a su esposo.

Soltó un suspiro de alivió cuando escuchó el lloriqueo de un bebé ─. Ya pasó... Ya pasó todo ─. Hablo JiMin.

─ ¡Son dos! ¡Majestad, puje un poco más! ¡Falta un cachorro! ─. Exclamó.

─ ¡Todo es tu culpa, Park! ─. Se quejó antes de volver a pujar con fuerzas.

Momentos después escucho otro cachorro llorar, se sintió feliz mientras se sumergía en al tina llena de agua. Volteó a ver a su esposo quien sonreía feliz─: Tráeme a mis cachorros...─. Ordenó.

JiMin soltó la mano del castaño y se acercó con algo de miedo a dónde estaban las betas calmando a sus cachorros.

─¿Qué son...? ─. Cuestionó nervioso.

─ Son dos cachorros varones, Su Alteza. ─. Contestó con una sonrisa mientras cubría a los cachorros con una manta.

─ Señora, la Emperatriz está muy débil─. Habló la otra beta con mucha preocupación al ver a la Emperatriz muy pálida y débil.

─ ¿Qué le pasa? ¿Estará bien? ─. Cuestionó con preocupación.

La beta la dió a los cachorros al emperador y corrió hasta donde estaba la Emperatriz, JiMin trataba de tranquilizarse para no alterar a sus cachorros.





★ ★ ★ ★





JiMin estaba sentado en la puerta mientras estaba con un pequeño mohín, los guardias reales que pasaban por ahí solo observaban al emperador estar sentado ahí durante horas.

─¿Por qué no entra? ─. Cuestionó JiEun parándose frente al alfa.

─ No puedo... quiero pero no puedo─. Respondió con tristeza.

JiEun se sentó a lado del pelinegro ─: Debe ser muy difícil para usted...

JiMin miró a la omega y sonrió levemente ─. ¿Crees que me gruña otra vez?

─No lo creo, en la noche siempre lo busca. Solo tiene miedo de que le pase algo a sus cachorros ─. Dió unas leves palmaditas al pelinegro antes de levantarse.

─ Ya acabé con Choi y sus padres... Me he deshecho de todo el peligro.

─ Inténtelo, le deseo mucha suerte ─. Sonrió levemente antes de irse caminando.

JiMin soltó un suspiro antes de levantarse y abrir la puerta con delicadeza, inmediatamente el aroma a fresas y leche llegó a sus fosas nasales, sonrió con felicidad al ver como su esposo estaba en la cama dormido junto a sus dos cachorros en un nido que había hecho al día siguiente después del parto su omega.

─ JungKookie... ¿Puedo entrar a tu nido?─. Cuestionó desde la puerta.

JungKook se despertó al percibir un aroma diferentes al suyo y sus cachorros, sin pensarlo dos veces empezó a gruñir, provocando que JiMin quisiera ir a darle muchos besitos.

─ JungKookie... ¿Me dejas entrar? ─. Preguntó con una sonrisa tímida.

El omega sonrió levemente ─: Alfa... Ven, los cachorros necesitan nuestro calor.

─¿Sí puedo entrar? ─. Preguntó con una sonrisa, acercándose a la cama.

─ Nuestros cachorros tienen frío, métete rápido ─. Ordenó.

JiMin corrió hasta la cama, se quitó sus botas y su chaqueta, luego se metió al nido con mucho cuidado, sonrió al ver a sus cachorros de cerca, JungKook era muy territorial con sus cachorritos y solo los podía ver en las madrugadas de vez en cuando, se acurrucó en el nido mientras JungKook lo miraba con una sonrisa

─ JungKookie, ¿de qué color son los ojos de los cachorros? ─. Preguntó con mucha curiosidad.

─ Son color miel... ¿Por qué? ─. Soltó un pequeño bostezo.

─ Quería que tuvieran tus ojos azules─. Respondió con una sonrisa.

─ Se parecen a ti, conformate con eso─. Dijo JungKook antes de volver a dormirse.







El omega del emperador Park  𖤐  jikookDonde viven las historias. Descúbrelo ahora