Capítulo 2.

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Una vez tomada la decisión, se suponía que sería sencillo. O al menos eso pensaba Nigel, hasta que se enfrentó cara a cara con la realidad burocrática de adoptar un niño y su forma de pensar cambió.

-Esto es una mierda, Darko, ¡tantas reuniones que parecen no llegar a nada! Si no fuera porque no quiero poner más nervioso a Adam, hace rato que los habría hecho polvo- se quejó con Darko Andrei, su mejor amigo y socio comercial.- ¿Qué tanto tienen que analizar, a ver? Mi estrella y yo somos una pareja casada legalmente. Tenemos buenos ingresos y somos ciudadanos responsables que pagan sus impuestos. ¿Por qué nos hacen esperar tanto?

-Bueno, por desgracia así son siempre estas cosas, amigo. Te hacen esperar semanas o meses por cualquier trámite de nada, ¡imagínate cuando se trata de algo serio! Me temo que tú y Adam tendrán que armarse de mucha paciencia.

Nigel estuvo a punto de soltar una palabrota pero se contuvo, porque Darko no tenía la culpa y con eso no solucionaría nada. Ceñudo, encendió el segundo cigarrillo de la mañana y fumó unos minutos con nerviosismo mientras pensaba en una solución, pues no estaba dispuesto a perder meses de su vida.

-Tengo algo mejor que paciencia, amigo. Tengo dinero y pocos escrúpulos. Así que si tengo que sobornar a toda la oficina de cuidados infantiles para que nos dejen adoptar pronto, lo haré. No me importan las consecuencias, estoy harto de despertar cada mañana y ver como Adam se marchita poco a poco porque nuestro sueño no se cumple. Él lo desea tanto… toda su vida ha soñado con tener un bebé, con criar a un niño y formar una familia. Y yo ya estoy viejo para esperar nada, yo también quiero un hijo con quien jugar y compartir la vida.

-Wow… pocas veces te he oído hablar tan en serio- silbó Darko impresionado. Nigel exhaló y sonrió, con esa sonrisa que podía ser dulce o aterradora según la situación. En aquel momento era una mezcla de ambas.

-En efecto, viejo. Hablo en serio porque esto es importante. Amo mucho a Adam, ¿sabes? Lo amo demasiado y haré lo que sea para verlo feliz. Además, tú nos conoces. ¿No te parece que somos los candidatos ideales para ser papás adoptivos?

-Define ideal.

Nigel escupió de la risa y luego le palmeó el hombro, con esa amistad sincera que tenía con Darko desde la infancia. Con él podía abrirse y mostrar su lado más duro, revelando hasta los últimos secretos que pasaran por su mente. En ese caso, su idea de sobornar a las autoridades para acelerar el proceso de adopción; era una más de sus muchas ideas ilegales, cosas que no se atrevía a compartir con Adam porque éste era demasiado puro y honrado como para mezclarlo en cosas así. Era lo único que mantenía oculto de su esposo, su forma poco legal de mantener sus negocios y su vida en orden; mientras Adam pudiera dormir tranquilo por las noches, no le importaba ensuciarse las manos él solo para lograr sus fines.

-Oh, mira. Justo. Es Adam mandándome un mensaje- le informó al sentir su celular vibrando.- Quiere recordarme que esta tarde tenemos una entrevista preliminar con…

-¿Esta tarde? Se suponía que haríamos inventario- objetó Darko. Luego sonrió.- Pero claro, puedo hacerlo yo solo esta vez. Tú ve tranquilo con tu esposo, que presiento que te necesitará más que yo.

-Gracias, hermano. No olvidaré este favor ni ninguno de los que me has hecho- le agradeció con un abrazo. Darko y él eran tan unidos que parecían auténticos hermanos, y siempre sacaban la cara por el otro. Ni Adam ni Ozana (esposa de Darko) sentían celos de su amistad, si no que al contrario, celebraban que esos rudos hombres rumanos los hubieran convertido a los cuatro en una familia. Nigel pensó en eso camino a casa, y pensó en el bebé que pronto adoptarían. Su familia se haría más grande, y más feliz. Nadie podría impedirlo.

HEU Mpreg Set: Doble PaternidadWhere stories live. Discover now