Directora técnica → Antoine Griezmann ✓

vingt-six

Convocatoria

Esa semana en Barcelona fue una de las mejores semanas que tuve en mi vida. Las cosas con Anto fueron de viento en popa, ya que él aprovechó que no habían partidos y se quedó conmigo esos días.

Con Mel, al principio todo estaba raro, pues no habíamos hablado de lo que sucedió en el estadio, hasta el último día que estuvimos en Barcelona, que decidimos hablar sobre el tema. A este punto, Anto ya se había regresado a Madrid y nosotras nos encontrábamos esperando el vuelo para regresar a casa

–Alex... –me llamo la rubia, yo la mire atenta

–¿Sí?

–Ahm...lo siento

La mire extrañada, estábamos en el aeropuerto y ella no había hecho nada fuera de lo normal

–¿Se te quedó el pasaporte o algo? –pregunte confundida

Ella rodó los ojos divertida –No, boba –jugó nerviosamente con sus dedos –ahm, es por lo que dije el día que estábamos en el estadio

Ahí entendí –Ahh...no pasa nada, Mel. Ya hasta lo había olvidado –era cierto, por una parte

Ella negó –no te creo, todo ha estado muy raro entre las dos

Suspire –Dejemos eso atrás, ¿si? Ya todo entre Anto y yo esta bien, todo quedó claro con Fran y ya no es necesario recordar el pasado –me encogí de hombros

–Igual lo siento, no debí decírtelo de la manera que lo hice

Sonreí –Está bien, no pasa nada –ella sonrió aliviada

Desde entonces, todo ha vuelto a la normalidad, de alguna manera. Excepto por el hecho de que Mel y Lucas ya no estaban juntos. Estoy segura que algo pasó entre mi hermana y cierto canario que juega para el Barca, pero he decidido no preguntar. Sin embargo, ya pasó un mes desde que fuimos a Barcelona y los veo escribiendose todos los días.

–¿Alexia? –escuche que me llamaron, sacándome de mis pensamientos

Sonreí al ver al rubio frente a mi –Hola, cariño –saludé

Él sonrió y se acercó a darme un beso en los labios, cuando nos separamos, mantuvo su mano en mi cintura –¿Lista? Ya estamos entrando a la cancha

Yo asenti –Si, justo ya iba para allá

Salimos de mi oficina y caminamos hacía la cancha, donde ya estaban los chicos realizando algunos estiramientos dirigidos por otro de los técnicos. Anto me dio un beso en la frente y corrió hacia los demás, para estirar de igual manera.

Moría de nervios, no les voy a mentir. Las terapias han ido super bien, de hecho, ya no tengo que usar muletas y la bota que me daba soporte y evitaba que mi peso cayera sobre mi pierna. La recuperación estaba siendo más rápida que la vez que me lesioné y ya en las terapias, puedo correr un poco. Sin embargo, me faltan unos meses más para estar en una buena condición que me permita jugar de nuevo.

Cuando vi que terminaron de estirar, utilice el silbato para que se acercaran a donde yo estaba con una libreta en mis manos. Ya habíamos publicado a los convocados, los cuales fueron 26 jugadores en total. Comencé a llamarlos uno por uno, para saber que todos estaban presentes y una vez verifique eso, comenzó el entrenamiento.

–Bien, me parece perfecto que estén todos –sonreí –espero que les haya ido bien en sus partidos con sus equipos. Tengo entendido que no hay lesiones y solo tenemos la baja de que Benzema no podrá acompañarnos en el mundial por...asuntos personales. Pero no pasa nada, tenemos un buen equipo y tengo el presentimiento de que estaremos en la final este año también –dije y ellos hicieron ruido, felices por imaginar esa situación –Pero, recuerden, no confiarnos. Hay que darlo todo, nos queda un mes de entrenamientos, simplemente para mejorar aquellas cosas que nos hacen falta. Ahora, vamos a dividirnos entre distintos ejercicios, los cuales ya están distribuidos en la cancha. Dividanse en tres grupos, nos iremos rotando cada cinco minutos –una vez más, utilice el silbato para dar inicio al entrenamiento oficialmente.