Capítulo 4

29K 2.1K 117
                                    

Matteo Anderson

Desperté sintiendo un leve toque en mi rostro y escuché un susurro —No es un sueño, es real.

Abrí mis ojos y la vista que tenía era maravillosa hay estaba ella observándome atentamente con esos preciosos ojos, tenerla encima de mí, sobre mi pecho me hizo volverme loco, solo quería repetir todo lo que había pasado la noche anterior y así recordar, poseer su cuerpo, era una diosa, todo de ella era perfecto y solo quería que fuera solamente para mí era un maldito ambicioso, pero ya me había planteado que esta mujer será mía, la convertiré en mi esposa. 

—Si todo esto que ves es real —veo como se asusta —No me imagine despertar así con una bella mujer encima de mí mirándome detalladamente, eres preciosa — se ruboriza.

—Puedes soltarme.

—No sabía que te volverías tímida —rio —Anoche tú me provocaste y ahora me dices que te suelte.

—No recuerdo nada —mi polla se hace presente tocando su intimidad, intenta salirse e impido su acción tomándola por la cintura —Suéltame. 

—Cariño te harás responsable de lo que acabas de hacer —la culpo por la erección que tengo.

—La sientes, eso lo provocaste tú —ver su cara fue un regalo, un movimiento suyo y entraré en su interior.

—Quiero repetir lo de anoche y así tengamos ambos el recuerdo, quiero hacerte mía, sobrio.

—Te deseo, no he dejado a nadie encima de mí tanto tiempo, móntame preciosa te estoy dando el poder —me sorprendo de lo que digo a nadie le he dado el poder de nada y en estos momentos me encontraba rogándole, pero es que ella hace que caiga rendido a sus pies, que tiene esta mujer.

Veo como realiza el movimiento e introduce mi polla en ella para ser sinceros pensé que iba a tener que tomarla por la fuerza y veo como se sorprende cuando siente mi tamaño.

 —Eso cosa no caerá en mí —la ayudo, le doy el tiempo para que se adapte a mi tamaño a pesar de que no estoy acostumbrado a que el sexo sea lento.

—Como que no caería mira como lo bien que tu coño lo recibió —rio y me calla cuando comienza a moverse lentamente y luego toma más velocidad, solo dejo sus manos en mi cintura y dejo que se sacie de mí le entregue todo el poder, con mi boca me dirijo a sus pezones para atenderlos.

La escucho gemir esta tan excitada al igual que yo.

—Sigue así cabalga en ella —me percato que está bajando el ritmo, tomo su cadera la levanto comienzo a penetrarla lento y profundo, tomo el control.

—Sigue, no pares —sus gemidos son música para mis oídos, me besa y posiciona su mano en mi cuello diablos esta mujer.

—Me vuelves loco, tu interior me romperá la polla tanto que la aprietas —me vuelve a besar veo como su cuerpo se estremece.

 —Aun no, espera a mi orden.

Un par de embestidas más y mi polla se agita estoy llegando al límite.

—Hora cariño córrete junto a mí —vengo en su interior, veo como cae sobre mi pecho exhausta, salgo de su interior, acaricia su cabello, veo como sus ojos se empiezan a cerrar.

—Fue maravilloso —digo y ella cae en un sueño profundo.

—No te dejaré ir, eres mía preciosa —la acomodo para que pueda descansar y me adentro al baño para tomar una ducha.

Siento sonar mi teléfono y veo que es mi amigo. 

—Al fin respondes, dime que tal estuvo tu noche, te la follaste.

Eras todo lo que necesitaba [EN PAUSA]Where stories live. Discover now