capitulo 3

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Amane.

Tsukasa regreso con nosotros y de verdad me alegro mucho, pero lo e notado un poco diferente.

Al principio no hablaba mucho con nadie, pero lo fui convenciendo de jugar conmigo, corríamos por el patio, jugábamos al escondite, las traes,veíamos películas y todo lo que se nos ocurriera, yo prefería jugar afuera, me encantaba correr, sentirme libre.

La primera de muchas ocasiones en donde note aun más el cambio de tsukasa, fue cuando jugando a las atrapadas el me empujo con mucha fuerza y caí raspándome la rodilla en consecuencia.

Eso realmente dolió mucho por lo que empecé a llorar, al voltear a mis espaldas vi que el sonreía y me observaba sin decir nada, solo esa maldita sonrisa como si estuviera disfrutando de mi dolor, puedo jurar que sus ojos eran oscuros y vacíos en aquel momento, así que talle mis ojos y al verlo nuevamente eran normales.

-¿te duele Amane?- pregunto con un tono serio en su voz-

-s-si..- respondí mientras sollosaba-

El se puso frente a mi, se agacho a mi altura y puso su mano en mi rodilla presionándola, lo que ocasiono un grito de mi parte.

-¡¡AAAH!!-
-¿y ahora?-

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.

El señor yugi corrió rápidamente con amane.

-hijo ¿que paso? ¿Estas bien?-

-papa... m-me d-duele mucho -

-Amane se tropezó papa, cayo al suelo - dijo tsukasa muy preocupado -

- ven vamos a curarte - lo llevo cargando a la casa para atender su herida -

Mientras que la mama se quedo observando la felicidad en el rostro de tsukasa, al ver al infante de esa manera, le causaba escalofríos a la mujer.

-fuiste tu... ¿Verdad?-

El dirigió su mirada hacia ella y se río burlón.

- no mami, yo no le haría eso a mi hermano, el fue muy tonto al no fijarse por eso se cayo -

-¡Tsuk...! ¡ no le digas así!- lo regañó -

El niño se veía sorprendido - mama ¿me odia?- pregunto queriendo llorar -

- ¿que? No yo... Amo a mis niños -

- tal vez hubiera sido mejor para ustedes que nunca regresara ¡Solo quieren a Amane! - grito el pequeño -

-eso no es cierto, también amamos a tsukasa muchísimo -

La mujer empezó a caminar hacia la casa.

-solo quisiera que mi hijo regresara....-

El niño alcanzo a escuchar eso y sus ojos ámbar cambiaron a unos oscuros y vacíos mientras veía a la mujer alejarse.

Obsesion indebidaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora