Instructora

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Ver morir a Elith ha sido lo más satisfactorio que he visto el día de hoy, pero por alguna extraña razón ni eso me hace ser o sentirme completo.

Elith fue llevado una cabaña en la cual su vida terminó, pero al final de todo solo decidí abandonar el lugar, comencé a caminar por alrededor.

Me senté en la cima de una roca que no estaba muy lejos de ese sitio, solo me quedé viendo hacia la nada sin absolutamente nada en mi cabeza, es como si fuera una nueva etapa de mi vida, pero no sentía realmente un gran cambio en mi ser, no me sentí como creí que me iba a sentir al terminar con el hombre que tanto daño me causó.

–¿Te encuentras bien?– preguntó Damián, que de un brinco se sentó a un lado de mí, ambos estábamos viendo con dirección a la cabaña.

–¿Sentiré lo mismo cuando termine con todos los hombres de blanco?– esa interrogante, resaltaba aún en mi cabeza, me propuse acabar con todas aquellas personas que me hicieron daño, pero ¿Me sentiré igual de vacío que en este momento al terminar con todos ellos?.

–Nick pienso que a tú vida le hace falta un gran giro.– volteé a ver a Damián quién tenía la vista puesta en Rachel que estaba sentada en la entrada de la cabaña.

–Como tu gran giro, ¿no es así?– son contadas las veces que he visto sonreír a Damián, pero sonrió, volteo y se me quedó viendo.

–Nick jamás consideré que mi vida iba a cambiar tan drásticamente, como cambió en menos de un año, me enamoré y ahora tengo un hijo increíble, tengo una mujer aún mucho más increíble, creo que era lo que le hacía falta a mi vida. –

–¿Estás queriendo decir que me consiga una mujer y que le haga un hijo?– sonreí.

–No precisamente, solo digo que tienes que buscar tu lugar, experimentar cosas nuevas, tal vez comenzar de cero, pero si quieres conseguirte una mujer y hacerle un hijo te recomiendo a Mía –

–¿Mía? Damián, Mía no es mi tipo, ella es realmente irritante ni siquiera tolero tenerla cerca de mí–

–¿Por qué? ¿Qué te hace sentir? –

–No estamos en horario de terapia Damián–

– Lo sé tío, pero debes de dejar de tener miedo a que tu vida sea colorida, te lo digo por experiencia, cuando estuve en el manicomio me encerraron en la oscuridad, maté a Raquel sin saber todo el dolor que ella causó solo por qué tenía hambre y odiaba a esa mujer, supuse que mi vida volvería a ser la misma que cuando estaba en la universidad y mataba estudiantes, pero el día que mi madre me delató, comenzó el principio del cambio, cuando conocí a Rachel una niña temerosa de 15 años que me suplicó que la matara me di cuenta de que no podría hacerlo por qué había gente que había sufrido más que yo, cuando Elith me propuso ser psicólogo acepté sin dudarlo por qué quizá en el fondo quería cubrir un poco el dolor que sentía la gente, como Damián hice muchas cosas malas y no me arrepiento de nada, ya que lo disfruté al máximo, como Demian, soy un empresario que trabaja como terapeuta para el FBI donde los oficiales me cuentan sus traumas, Nick, necesitas comenzar de cero, forjar tu propio destino y dejar de temerle a los cambios y ayudarme a ganar una apuesta– Lo miré confundido con lo último que dijo.

–¿Una apuesta?– pregunté.

–O ayudarme a escoger una buena canción tipo backstreet boys, para Rachel. –

–Everybody estaría bien– él sonrió.

–Debo irme extraño a mi hijo– el bajó de la roca y yo me quedé viendo. –Ven a cenar esta noche a casa, Simón y Strella vendrán.–

–¿Y Mía?– pregunté

–Creí que no te interesaba Mía.–

–No me interesa, solo quiero saber si estará para no ir– respondí.

Aprendiendo a amar. Where stories live. Discover now