cap 32

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El cielo se tornaba oscuro, aun seguíamos en aquel auto, no aparte mi mirada de la ventana en todo el camino, en varias ocasiones trate de abrir disimuladamente la puerta pero no lo lograba, este nunca a quito el seguro del auto, cada vez estábamos más lejos y no tenia la idea de a donde nos dirigíamos.

— ¿a donde me llevarás?— murmuré a un tono el cual este escuchase mientras seguia observando la carretera desde mi ventana, la inquietud corría en mi, solo quería salir de allí corriendo, mi respiración cada vez más se agitaba, esto ya me asustaba.

— a donde solo seras mía. — este respondió casi en susurro que solo yo pudiese escuchar, paso su lengua por sus labios humedeciendolos.

Un largo silencio se formó en nosotros, esto ya era distinto, me asustaba. mis piernas empezaban a temblar por si solas, y no podía llamar a nadie, mi celular lo había dejado sobre su cama.

Suspiros largos salían de mi, mi estado de miedo estaba muy alterado, mordía mis labios hasta el punto de salir sangre de ellos.

—que pasa dahlia, te noto muy nerviosa. — tom detuvo el auto en seco — no te haré daño dahlia, eres especial para mi. — mostró una suave sonrisa.

Forme una sonrisa incomoda a lo dicho.

Este lugar era despejado, por la oscuridad solo podía observar las luces de una grande cabaña que al parecer estaba sola.

Este salio del auto dirigiéndose a mi puerta— vamos. — extendió su mano.

Negué con la cabeza alejándome de la puerta.

— vamos, no lo hagas difícil.— este me observo con firmeza.

— no, prefiero estar aquí, que quedarme a solas contigo. — trague grueso.

— bien.

Este tomo mi brazo con brusquedad sacándome del auto cayendo al suelo.

Un quejido salió de mi algunas rocas se incrustaron en mis manos, lo cual inmediatamente las miré tratando de quitarlas de mi manos.

Tom se acercó a mi tomando con fuerza nuevamente mi mano dirigiéndose a aquella cabaña.

— me estas lastimando..

Este apreto con más fuerza mi muñeca.

Al entrar a aquella cabaña no puedo negar que si era bonita, pero no era el momento adecuado, y creo que la persona tampoco.

Al entrar allí este soltó rápidamente mi muñeca.

Todo parecía solitario pero todo fue una equivocación allí habían personas, esto era vergonzoso para mi, no me veía mal, pero de la forma que tom me traía no creo que se veía muy bonito.

— ¡que casualidad, llegas a la hora correcta!— un chico de pelo oscuro y piel pálida se acercó a tom.

— si, aunque tuve algunos problemas. — este aclaró su voz dirigiéndose a mi.

— oh.. quien es? — este me observo mientras daba un pequeño sorbo de la lata de cerveza que sostenía en su mano.

— una amiga. —este me miro de reojo.

Este extendió su mano — un gusto, soy wesler. — coloco mi mano suavemente en sus labios dejando un ligero beso allí.

Sonrei con incomodidad, el ambiente no me agradaba.

— bien, vamos con los demás.

Tom mencionó aclarando su garganta.

Nos dirigimos a una pequeña sala donde habían cinco personas, dos chicas sentadas en un pequeño sofá con ropa super corta y en una mesa donde habían muchas bebidas estaban dos chicos y una chica sobre las piernas de uno de ellos.

— ¡hey, chicos ya llego!— mencionó wesler acercándose a la mesa de bebidas.

— ¡hasta que llegas!— la chica que estaba sentada en las piernas del chico rápidamente

se acerca a tom dándole un abrazo y a la vez un coqueto beso en la mejilla.

baje mi mirada para ignorar lo que estaba ocurriendo, me aleje un poco tratando de no sentir sus interacciones tan pegados a mi.

— leslie, ella es dahlia.— la alejo haciendo distancia.

esta se separo mordiendo su labio inferior con una sonrisa, pero al instante la borro al mirarme.

— hola.

me miro de arriba abajo desagradamente.

Sonrei sin dientes volviendo a bajar mi mirada echando un mechon de mi pelo detras de mi oreja y luego cruzandome de brazos, estaba incomoda.

— ¡que empiece el juego!— un chico de piel morena grito desde la mesa a lo que la chica se dio la vuelta y se dirigió allí al igual que tom lo cual me tomó del brazo.

— bueno antes de empezar, chicos ella es dahlia. — mencionó wesler. — y dahlia el es Hunter.

señaló al chico moreno que acababa de gritar hace unos segundos.

— el es miles. — señaló a un chico pelirrojo el cual me miro con desinterés — ellas son molly y jade. — señaló a las dos chicas las cuales estaban en el sofá.

— y la más chiquitita — este se acercó a la rubia tomando su mano para darle una vuelta — ya la conociste, leslie.— este sonrio al igual que ella.

La voz de aquella era muy aguda apenas la conozco y ya me irritaba.

— ¡empecemos! — mencionó hunter terminado de tomarse una botella y colocándole en la mesa.

— antes de empezar quieres tomar algo dahlia. — pregunto wesler acercándome una lata de cerveza.

Sonrei nerviosa — no, no tomo.

— ash, que aburrida.— leslie se acercó quitando la lata de su mano y tomándola ella.

— bien, empecemos. — hunter despejo todo lo de la mesa colocando la botella en el centro— esto se trata de al que le señale la botella tendrá que tomar un papel de acá.

Señaló a molly mientras escribía nombres en papeles.

— tendrá que ir a una habitación y durar 15 minutos allí con la persona que les tocó en el papel y si no les agrada solo digan paso y se lo dan a la siguiente persona que mencionen.

—bien ¡iniciemos! — chilló leslie.

Hunter tomó un shot y luego giro la botella, la cual se dirigió a jade, esta tomó un papel del pequeño tazón que tenía aquellos papeles.

— que asco, paso— concluyó, jade era muy distinta a molly y leslie, los colores que usaba eran oscuros su color de pelo era super negro.

— ¿quien te toco?— pregunto wesler.

— tom, que asco.

— quisieras tu que yo sea para ti. — agrego tom con una sonrisa coqueta.

— jamás. — dijo esta mirándolo de mala manera.

— ¿a quien se lo pasas?— mencionó miles con desinterés.

— leslie, es la que esta obsesionada con este. — giro los ojos.



𝐭𝐡𝐞 𝐬𝐡𝐢𝐧𝐞 𝐨𝐟 𝐲𝐨𝐮𝐫 𝐞𝐲𝐞𝐬...  Donde viven las historias. Descúbrelo ahora