Sign of the times - Sim Jake

Chapter 4

Y allí se encontraban ambos "jovenes", a pocos milimetros el uno del otro.

Ambos se sentían algo nerviosos debido a la belleza de cada uno.

— Bueno, será mejor que vayamos a clase o no me dejaran entrar de nuevo. — dijo la joven interrumpiendo el silencio.

— Ah, si claro.

Byeol, sin soltar el agarre de este, salió del cuarto, y se dirigió a su salón, acompañado de el pelinegro, quien se despidió de ella y fue hacía su salón.

— ¡Byeol! ¿Que hacías con ese? — preguntaba Yunjin mientras alzaba su ceja y una media sonrisa aparecía en su rostro.

— Ah, me lo encontré en el pasillo y pasamos el rato.

— Sospechoso. . . — exclamaba Yunjin haciendo la misma cara de antes.

— Es un amigo, nada más.

— Podrías intentar algo, aunque no sea con el, ya sabes lo que opino, aunque se que no estes lista, deberías intentarlo.

— Yunjin, mejor hablemos en otro momento de eso, ¿si?

Byeol fue al pupitre de Yunjin mientras charlaban, lo que no sabían era que en esa misma conversación, había una tercera persona, Jake, quien había escuchado todo.

— Ah, Sunghoon, ¿Que mierda hacías con Byeol? — preguntaba Jake, de la misma manera que lo habían hecho en el bosque, era como si hablasen por. . . ¿Telepatía?

Jake estaba enojado con Sunghoon, bueno, más bien, celoso de este, pues últimamente, no se había podido sacar de la cabeza a la joven, y quería pasar más tiempo junto a ella, y poco a poco este se daba cuenta que estaba pasando por el pequeño proceso del enamoramiento, pero queria sacarselo de la sala mente, pues al final, este no era una persona normal, no se le estaba permitido enamorarse de un humano, o sufriría las consecuencias.

— ¿Mhm? ¿Acaso te molesta? ¿No puedo pasar un rato con una amiga? — respondía este usando el mismo método, y al parecer si, estaban usando telepatía. Medio rarito, ¿no?

— ¡Sunghoon! Ya dije que era mejor no acercarse a ella. — dijo, esta vez Jay, que al parecer había escuchado todo.

— Agh, ya cállense, molestan. — añadía Sunoo, quien también interfirió a la conversación.

— ¡Jake! — exclamaba Byeol tras sentarse enfrente del mencionado. Al parecer, Yunjin había ido un momento a otro salón a buscar una cosa, por lo que aprovechó para acercarse a este. — No tuve la oportunidad de preguntarle a nadie más, y ayer iba en el camino a mi casa iba a hacerlo pero lo olvidé, ¿porque ayer se fueron tan apresurados? ¿hice algo mal?

— No, no, no, para nada, fue porque. . . ¡Teniamos cosas que hacer! Si, eso.

— Oh, entiendo, ¡pero tendrían que haberme avisado, estuve preocupada pensando que les caí mal!

Jake observaba su bello, rostro, pensando en como podía ser tan hermosa, hasta que volvió a sentir ese cosquilleo recorrer todo su cuerpo y sus mejillas arder, cuando Byeol agarró su mano.

— Vaya, se te notan muchísimo las venas.

— Supongo. . . — decía, en un completo nerviosismo debido al contacto que estaba haciendo con la castaña.

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La hora del descanso llegó, y mientras Yunjin y Byeol iban a salir del aula, alguien paro a una de estas.

— Byeol. — proclamaba Jake mientras tocaba el hombro de esta. — ¿Vendrás con nosotros?

El mencionado observó como esta miraba a su amiga, para poco después, asentir y despedirse de esta misma.

— Pensé que no vendrías y que irías con tus amigos.

— Ayer te dije que si, y si digo algo lo cumplo. Además, no tengo un grupo en si con el que siempre paso los descansos, normalmente son ellos ya que son mis mejores amigos, pero a veces nos dispersamos.

— Vaya, entonces todos deberán tener bastantes amigos.

— Si, realmente si, nos llevamos bien con mucha gente aquí, así que es fácil integrarte en alguna mesa.

Ambos llegaron a donde ya estaban los otros jóvenes sentados.

— ¿No comerás nada? — preguntaba Heeseung referente a la muchacha, ya que esta no traía comida, y no se veía con intención de ir a comprar a la cafetería.

— Amm. . . No, no tengo hambre.

— Deberías comer. — añadía Jay.

— Ustedes tampoco lo están haciendo.

— Eso no importa, tienes que comer algo, al menos una fruta.

— Ustedes también entonces.

— Ugh, esta bien, ¿si nosotros comemos, tu también?

— No.

— Ah, genial entonces, cuando te desmayes por tener el estomago vacío nos avisas. — exclamaba, esta vez Ni-ki.

— Agh, de tantos temas de conversación sacan eso, mejor hablemos de. . . ¡Películas! ¿Vieron la saga de crepúsculo?

— ¿Crepúsculo? — preguntó Sunghoon extrañado, nunca habían escuchado hablar de aquello.

— Si, ya saben, esa de vampiros, hombres lobo. . .

— ¿Que. . .?

— ¿Porque me miran con esas caras? Ah, ya veo, les dan miedo. . . Tranquilos, es normal, a mi también me dan un poco de miedo, pero pienso en lo guapotes que estan todos y digo, "que me chupen, que me muerdan o que hagan lo que les salga conmigo".

Todos se quedaron aún más callados e inexpresivos.

— Ay chicos, que era una broma, no se avergüenzen, en realidad a mi también me dan miedo. Desde que los veía de pequeña pensaba en lo que tenía que doler esa mordedura y el miedo que daban sus colmillos.

— Oigan, ¿cómo así que le dan miedo los vampiros. . .? ¿Lo dice enserio? ¿Cómo creerá que somos los vampiros? — preguntaba Ni-ki, telepáticamente, de nuevo.

— Si así es, será mejor que nunca sepa nada.