𝟬𝟮

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El sol comenzaba a ocultarse, las gradas antes llenas de personas ahora estaban casi vacías y la mayoría de jugadores ya estaban caminando rumbo a los vestidores.

Esa mañana hubo un partido y Jay estaba dando leves pisotones al suelo mientras se acercaba a las gradas para comenzar a recoger la basura que la gente había dejado tirada, esta era su última tarea para levantar el castigo, pero era la más agotadora.

Se supone que Heeseung le ayudaría a limpiar, pero teniendo en cuenta que era el capitán del equipo de fútbol, seguramente se encontraba exhausto y Jay no quería molestarle.

Sorprendentemente pudo ver como Heeseung se despedía rápidamente de sus compañeros para acercarse en su dirección, al parecer aún quería ayudarlo. Observó con atención la sorpresa en las caras del resto de jugadores al ver a su capitán acercarse a él para comenzar a recoger la basura.

—Hola Jay, ¿cómo vas con el labio lastimado? —. El chico de cabellos platinados le habló con total confianza, iniciando la conversación sin dudar.

—Uh, estoy bien, pero tú te ves bastante mal, sin ofender —. Heeseung ríe y asiente, es cierto que no se encuentra en su mejor momento, en una de sus rodillas hay un pequeño raspón sangrando y su uniforme está algo sucio debido a las constantes caídas.

—No te preocupes, soy consciente de mi mal aspecto —. Heeseung hace
una pequeña pausa para soltar una leve risa que logra contagiar al contrario. —Después de ayudarte voy a darme un baño.

Jay se limita a sonreírle una última vez antes de caminar unas gradas más arriba, ambos se quedan en completo silencio y se concentran en limpiar.

Después de unos minutos bajan al campo para recoger el balón y dirigirse a los vestidores que ahora se encuentran casi vacíos.

Al llegar, Heeseung saluda a dos de sus compañeros y mejores amigos, ambos clavan su mirada sobre Jay por unos segundos antes de apartarla abruptamente, generando algo de incomodidad en el ambiente.

Jay se aleja para buscar un trapeador y es entonces cuando ambos chicos toman a Heeseung de los brazos y lo alejan lo suficiente como para que Jay no logre escuchar la conversación.

—Hee, ¿desde cuándo eres amigo del capitán del equipo de básquetbol? —. El primero en hablar es Jake, su mejor amigo desde el preescolar.

El nombrado se encoge de hombros ante la pregunta. —Desde ayer, ambos estuvimos castigados y prometí ayudarle a limpiar hoy, ¿porqué la pregunta?

—Si los ven juntos creerán que eres igual a él —. Ni-ki habló a su espalda, uniéndose a la conversación.

—¿Igual a Jay? No entiendo a qué se refieren con eso.

Sunghoon colocó una de sus manos en el hombro de Heeseung, apretando levemente con una sonrisa de lado en su rostro. —¿No lo sabes? Creí que era obvio.

—Hablen de una vez, detesto que nunca vayan al punto —. Heeseung estaba impaciente, ¿qué era tan grave? Jay no parecía un mal tipo.

—Jay es homosexual, es por eso que peleó con el capitán del equipo visitante hace unos días, el chico
era homofóbico y comenzó a insultarlo —. Explicó Jake mientras cambiaba su camisa.

Heeseung se encogió de hombros nuevamente y les miró como si estuvieran locos. —¿Y? ¿Porqué no puedo estar cerca de Jay? Es un tipo agradable.

Sunghoon rodó los ojos con exasperación y Ni-ki soltó un suspiro cansado. —La gente pensará que tú eres gay, al igual que Jay.

—Puede que incluso crean que ustedes dos son pareja —. Comentó Sunghoon entre risas, pero Heeseung no se lo tomo con gracia.

—Y si así fuera, ¿qué? Me agrada y no voy a alejarme simplemente por su orientación sexual, Jay es libre de amar a quien le plazca —. Y con eso Heeseung dió por terminada la conversación, alejándose para buscar a Jay.

Grande fue su sorpresa al chocar con el cuerpo del contrario en pocos segundos, la cabeza de Jay había chocado contra el pecho de Heeseung. El pelinegro acarició su frente en un vago intento de aminorar el dolor.

—¡Lo siento Jay! No sabía que estabas aquí —. Heeseung se disculpó apresuradamente.

Jay sonrió y alejo sus manos de su rostro para ver a Heeseung a la
cara. —No pasa nada, estoy bien.

Aún cuando Jay tenía unas enormes ganas de abrazar al chico, se contuvo y le regaló una sonrisa amable. Estaba feliz de que Heeseung no le juzgará como todos los demás, esperaba que en un futuro pudieran ser amigos.

Un suave toque en su frente le distrajo de sus pensamientos, era Heeseung, estaba acariciando su frente con las yemas de sus dedos, apartó la mano del contrario con suavidad. —Descuida, te dije que estoy bien Heeseung, dejará de doler en un rato.

El contrario asintió avergonzado, lo había hecho sin pensar. —Okay Jay, puedes llamarme Hee, me haces sentir raro cuando me llamas Heeseung —. El nombrado abrió la boca para protestar, pero se detuvo al ver la expresión en el rostro de Heeseung, asintió con resignación.

—Está bien Hee, será como tú
digas —. Murmuró Park, rodando los ojos al escuchar la risita victoriosa de Heeseung.

Solo entonces Heeseung se percató de la pequeña caja blanca en el suelo, supuso que había caído de las manos de Jay cuando ambos chocaron, se agachó para recogerla.

—¿Y esto?

Jay sonrió, tomando la caja de las manos de Heeseung y señalando una banca. —¿Puedes sentarte ahí? Te lo agradecería.

Heeseung vaciló, pero aún así no tardó mucho en ir a sentarse, Jay se acomodó en el suelo cerca de su pierna y entonces, abrió la pequeña caja. Era un botiquín.

El pelinegro sacó el alcohol y un pequeño algodón, Heeseung no pudo evitar sentirse conmovido, ni siquiera él mismo se había preocupado por el raspón, pero Jay había buscado el botiquín solo para curarlo.

—Va a doler un poco —. Advirtió Jay, antes de pasar el algodón con alcohol sobre la herida, Heeseung hizo una leve mueca, más no se quejó en absoluto.

Después de eso, sacó un curita con dibujos de perritos y lo colocó con cuidado en la herida, era un simple raspón, tan pequeño que apenas dolía. —Lo siento, solo encontré estos curitas —. Se disculpó avergonzado.

Heeseung le restó importancia, sonriendo se puso de pie y ayudo a Jay a hacer lo mismo. —No importa, es lindo.

Let's Be Imperfect 𖤐 Heejay Where stories live. Discover now