capítulo 2

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Gulf de regreso a su hogar de nuevo hacia Tailandia pero justo faltando un día de camino al castillo dónde se encontraban sus padres él decidió descansar junto a su compañía pero el príncipe se alejó buscando un lago por fin dio un manantial tan cristalino.

—este es el lugar ideal cortó el limón y aparece él joven, ofrezco agua de este manantial —dijo mientras observaba el lugar.

Ya una vez a la orilla del manantial este empezó a hacer las indicaciones que dio la anciana, cortó el primer limón.

—oh! que maravilloso joven...—el príncipe fue interrumpido dé sus halagos por aquel joven que había aparecido delante de él al partir el limón.

—deme de beber por favor, quieres... —habló aquel joven pero el príncipe estaba tan impresionado por la belleza del joven que no le escuchó y siguió alabándolo.

—si eres el color de la ricota y que carita más linda tienes me fascina mirarte a los ojos...—exclamó el príncipe por la belleza de aquel chico—... Déjame hacerlo pero... Desapareció oh! qué tonto soy prendado por la belleza del joven que me he olvidado de darle de beber y este desapareció...—se regañó el príncipe.

Gulf de nuevo volvió a abrir el segundo limón.

—oh! visión de esperable belleza...—exclamó el príncipe por tal belleza de aquel joven pero de nuevo fue interrumpido por la voz del chico.

—dame de beber pronto por favor...—exclamó que el joven para que el príncipe le haga caso.

—tu piel es blanca como la ricota y sus labios son como la sangre...—exclamó interrumpiendo al chico que hablaba y que estaba impresionado por la belleza—... Hay! Qué rabia también este joven desaparecio...—se riño mentalmente el príncipe—... Ah! Tengo que poner un poco más de atención muy bien.

El príncipe volvió a tomar el  tercer limón pero antes de cortar el limón tomó, una vasija que tenía en su costado tomo agua del manantial una vez la vasija llena partió El limón de este salió un joven de nuevo.

—dame de beber..—exclamó el nuevo joven que había salido pero fue interrumpido por el príncipe.

—aqui está el agua...—extendió la vasija llena de agua al joven mientras observaba su belleza—... Ahora déjame mirarte, cabello rubios, ojos azules, piel de color blanco ricota, labios rojos ¡hay! Qué felicidad y aquí a mi prometido, ahora pronto escóndete en aquel árbol que se refleja en la fuente yo iré al palacio de mi padre y volveré con un séquito digno de ti...—ordenó el príncipe mientras se paraba para extender la mano ahí al joven para que se levante junto con él.

—pero yo realmente...—quiso intervenir aquel joven pero de nuevo lo interrumpió gulf.

—sube vamos rápido no quiero que nadie te vea volveré en una hora...— dijo esto mientras se alejaba dejando al joven ya subido en el árbol.

En bien gulf se alejaba de aquel lugar en eso llega un sirviente  joven negro alto cabello ondulado color azabache llamado Boris que tiene la costumbre de mirarse en la fuente con la esperanza reflejada su propia imagen solo más bello y menos negro de lo que realmente es.

Ese día sin embargo al inclinarse sobre el agua de reflejo del joven que está sobre el árbol y confundiendolo con su propia imagen se pone a gritar.

—hay! Boris...—exclamo—... Boris suertudo que lindo eres...—dijo este mientras se paraba y se acarició el rostro—... ¡No más agua! ¡no más agua!... —exclamó este mientras cogía el cántaro para romperlo en el piso.

El negrito loco de contento y regresa saltando y bailando junto a sus patrones.

—patrona! patrona! ...— grita el negro mientras ingresaba a la cocina donde estaba la patrona—... Míreme que lindo estoy...—dijo el negro mientras se da una vuelta entera.

—lindo tu ja...—se burla la patrona—... Pero acaso te has vuelto loco y el cántaro de agua ¿dónde está?...—preguntó la jefa molesta.

—un león pasó furioso pisó el cántaro precioso, grandes trozos, grandes trozos...—mintió aquel sirviente.

—Boris que león grandísimo mentiroso lo habrás roto tu...—dijo enojada—... Vete de aquí desaparece con gusto te azotaría ay! no te me pongas por delante hasta que no se me haya pasado la rabia...—exclamó está enojada y echándole al sirviente fuera de la cocina.

El pobre Boris asustado se dirigió a la fuente.

—soy muy negro, desgraciado mi patrona es mala mala y dice que yo  lindo no soy nada... —hablaba consigo mismo el negro mientras se dirigía a la fuente—... Pero en la fuente rubio era, yo no soy un embustero pero entonces qué veía, debe ser brujería madre mía! madre mía!...—ya al estar un paso a la fuente El sirviente dejo de hablar consigo mismo.

—ahora me miraré otra vez en la fuente...—dijo este mientras estaba frente a la fuente de agua—... oh! Boris precioso transformado que guapo estoy... —decia mientras se miraba en la fuente—... Lindo con mi carita blanca y mi cabello rubio...—actitud de Boris era tan ridícula que hizo reír al joven que estaba escondido en el árbol.

El negrito confundido se da media vuelta y mira hacia arriba del árbol y finalmente descubre el joven cuyo rostro se reflejaba en el agua una rabia repentina se apodera de el pero siente deseo de vengarse del chico.

—ah! así que era la imagen tuya la que veía en el reflejo de la fuente eh! ah! Si, si, que haces ahí lindo joven rubio...— preguntó muy serio el sirviente.

Aquel joven cuenta su historia a Boris y enseguida El sirviente trama un malvado plan.

—mientras esperas a tu prometido yo le haré compañía..—dicho esto el negro subió al árbol donde estaba el joven.

Y el sirviente se sentó al lado del joven Rubio mientras conversaban, el ojo azules estaba distraído que no se dio cuenta cuando aquel negro le atravesó un largo alfiler en la nuca.

—eh! ahg...—se queja el rubio por el dolor del alfiler y este era un objeto embrujado.

Qué tanto transforma al joven en una blanca paloma qué graciosamente se aleja volando de aquel lugar y aquí que llega gulf junto a su séquito.

—mi encantador y futuro esposo desciende...— llama el príncipe.

—como no gulf ya bajó...—habló el sirviente fingiendo ser el joven Rubio—... Sí sí...—este bajo de aquel árbol y el príncipe se quedó sorprendido por la persona que estaba a su frente.

—pero vos quién eres...—preguntó extrañado el príncipe—... Tú no eres mi prometido encantador.

—oh! Si soy yo tu prometido encantador tú me dejaste en aquel árbol, el árbol crece torcido y ensucia de negro al hombre amado si, si...—miente descaradamente el sirviente.

Gulf se siente muy mal pero hombre de palabra al fin lleva al impostor.

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Aquí les dejo un nuevo capítulo de la historia espero que les guste yo me apoyen con las estrellitas.

06/08/23.

29/01/24

MI TERCER LIMÓN... gulf/mewWhere stories live. Discover now