2

40 14 0
                                    

- Tae ¿ya volverás a tu departamento?- me preguntó uno de mis conocidos desde unos cuantos metros de distancia, nuestro encuentro ya había concluido.

- Sí, ya tuve suficiente- le respondí en tanto volteaba para darles una sonrisa a modo de despedida, antes de volver a mi rumbo.

Caminaba en dirección a mi auto cuando escuché la voz de aquella chica otra vez.

- Hoseok ¿te sientes mejor? ¿Quieres que te traiga un poco de agua?- le preguntaba mientras masajeaba la espalda del chico acuclillado.

- No hace falta... estoy bien- le respondió él apenas.

No pude evitar acercarme al verlo en tal estado.

- Así que bebió de más- comenté sin alzar la voz, tocando el hombro de la chica- vine en auto, yo lo llevaré.

- Voy contigo- me respondió de inmediato, le interesaba eso era evidente.

- Tú ¿cuánto mides?- le pregunté viéndola de reojo.

- 1,50

- Realmente eres muy pequeña y adorable- comenté sonriéndole- pero siendo así no puedes ayudarlo. Yo sí puedo llevarlo- le dije acercándome a Hoseok- llevaré a Hoseok sobre mis hombros hasta el estacionamiento- hablé en tanto pasaba su brazo por detrás de mi cuello para hacerlo caminar. 

No esperé respuesta de la chica, ni le pedí permiso al casi moribundo Seok para avanzar, simplemente caminé dejando a la dulce chica detrás de nosotros sin siquiera despedirme.

- Quiero vomitar- comentó Hoseok mientras nos alejábamos.

- Tal vez si vomitas te sentirás mejor- le respondí con voz calmada y muy contrario al tono sarcástico y burlesco que usaba la mayor parte del tiempo.

No apresuré nuestro andar, caminé lento hasta llevarlo a un baño público que estaba a pasos del estacionamiento, pero no pareció haber mejoría con el correr de los minutos, por lo que decidí llevarlo a mi auto, donde semi inconsciente se acomodó en el asiento del copiloto.

- Iré a comprar algo para tu resaca, espérame aquí- dije sin saber realmente si estaba escuchándome.

- Tu cara no ha cambiado nada, con los años te has vuelto un hombre incluso más guapo que antes- soltó de pronto cubriendo sus ojos con uno de sus brazos- No puedo mostrar determinación cuando estás cerca.

- Eso es un golpe duro ¿eh?- comenté pareciendo casi indiferente a sus palabras.

Suspiré pesado luego de cerrar la puerta, caminando en dirección a la farmacia más cercana, esta se encontraba a pocos metros por lo que solo me tomó unos cuantos minutos el volver. Para ese entonces Hoseok se había dormido completamente, pero mantenía su postura casi intacta con su brazo sobre su cara, solo que ahora su cuerpo descansaba totalmente sobre el asiento.

Me acomodé en el mío luego de entrar, volteando mi cuerpo hacia su lugar.

- Hoseok, toma, bebe esto- le dije con el medicamento en mano, pero no respondió- hey, despierta...- insistí, mas no parecía querer reaccionar.

Al ver que no tendría ayuda de su parte, decidí llevar el líquido a su boca. Para suerte de ambos -y pese a su estado- lo bebió sin problemas, pero una pequeña parte cayó por el borde de una de sus comisuras.

Mi vista inevitablemente cayó en ella, dejándome inmóvil por unos segundos, perdido, observando sus labios y el inconfundible lunar que adornaba uno de ellos -por supuesto que no lo había olvidado-.

Fue entonces cuando mi cuerpo pareció actuar por cuenta propia acortando nuestra distancia hasta llegar a ellos, uniéndolos con los míos en un beso fugaz.

El ser ideal (Hopev)Where stories live. Discover now