LA PROFECÍA DE UNA ESTRELLA

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CAPITULO -2

Admito que es el capítulo más largo y me disculpo por ello intentaré no pasarme tanto de mi límite de 3000 palabras.

Por favor disfruten y gracias por darle una oportunidad a mi loca fantasía.

2-LA PROFECÍA DE UNA ESTRELLA

El tercer hijo, el Omega de la familia... Tal vez nunca lo trataron como una falla pues su padre en exceso de alcohol y vino fino de todo lado conocido había olvidado o incluso directamente evito preguntar a su tío Océano, que podría ser en un futuro, una ironía bastante amarga si lo pensaban bien.

Fue aún más gracioso que el único que se presentó como omega sin importar su ascendencia, no tuviera ninguna estrella guardiana, estás no siempre llegaban cuando nacían pero si antes de su presentación y el ya la había pasado hace algunos años, aún recordaba cuando observo a aquella águila nacer del huevo dado a Zeus, los celos lo invadieron tan claramente, pero Hades estaba ahí con Cerbero para hacerlo sentir mejor ... Solo que ya no habia Hades en su vida y Cerbero... ya no podía ir a verlo.

Pero en esos momentos tras varios días, frente a una luna teñida de sangre, en un encierro parcial por no decir total, en el que su ser no quería despegarse de su hallazgo y que lo prefería, porque era la excusa perfecta para llorar y dejar salir todo de si mismo hasta vaciar aquellos sentimientos que pasaron a echarse a perder e iniciaban a enfermarlo.

Observo como aquella luna roja desaparecía tras la luz clara del día, como iba muriendo y su luz dejaba de brindarle consuelo, solo para escuchar como en aquel baño, mismo que llevaba días en el que solo tocaba parcialmente el agua evitando molestar a su ocupante por extraño que pareciera, pero el sonido del agua abriendo paso a un cuerpo pequeño como si de un pez se tratara, mientras intentaba chapotear al amanecer disfrutando del agua fría y refrescante dejando atrás, los trozos de cascarón y acercándose a sus pies que aún estaban dentro del agua.

Aquel pequeño ser que había nacido solo unos pocos minutos atrás, era como una serpiente alargada, pero algo en el le decía que era más que una serpiente, tal vez un dragón pero aún muy joven para saberlo con certeza.

-Que afortunado, un corazón y un mundo de mentiras por una pequeña estrella.

Esa fue la última vez que sonrió al recordar algo que trajera la figura de Hades a su mente, mientras estiraba la mano a dónde la luna aún se reflejaba a pesar de la hora ante el amanecer, siendo rápidamente seguido por la pequeña criatura que jugueteo entre sus dedos.

-Una magnífica ganga ¿No te parece Leviatán?

Las carcajadas frías nacieron de aquellos fríos labios que apesar de todo estaban un poco partidos, el estómago vacío no le molestaba y poco después cuando las sirvientas tocaron la puerta ese nuevo día por fin está se abrió, el saber que por fin llegó la estrella protectora del tercer hijo sorprendió a todos pero no le tomo importancia, dejando que lo alimentasen de forma correcta, mientras el mismo se colocaba sus ropas de entrenamiento.

Para dirigirse al comedor, dónde la puta esa seguía pavoneándose de aquel sitio que tomo pues al parecer estaría ahí hasta la boda. Frunció el ceño y tomo su lugar, sirviendo un poco de fruta e ignorando a todos a su alrededor, su padre no estuvo esa mañana con ellos como muchas otras desde que su madre murió.

-Cierren la puta boca, son patéticos e insignificantes con tanta palabrería... me dan asco.

Sentenció mientras se levantaba de su asiento, tras no poder comer más de dos bocados con aquellos sujetos, mismos que debió compartir mesa y alimentos durante años, despidiendo cualquier indicio de modales que más daba con esos sujetos inferiores, tal vez no debía pero en su interior ese sentimiento que decía "puedes estar sobre todos" le hacía sentir pleno y hacerlo realidad, porque sobre un dios no habría nada...

∆ €NTRE EL RAGNAROK Y EL OLIMPO...∆Donde viven las historias. Descúbrelo ahora