16. El plan.

474 44 1
                                    

Al día siguiente Loba empezó a sentir los efectos secundarios del nuevo experimento. Vomitaba, y estuvo sin comer dos días. Sus dos amigas intentaban animarla, pero no podía levantarse siquiera del camastro. Estaba muy débil, y eso la jodía ya que no tenía fuerzas para explicarles su "pequeña" idea.

Al segundo día después del experimento, Loba se sentía mucho mejor y con energías renovadas. No perdió un instante en contarles todo a las dos chicas.

-No se, ¿no pensáis que sería posible?-

Se quedaron calladas.

-Ah, venga. Es un edificio hecho por humanos, está claro que algún error tiene que haber y que podremos salir de aquí.- protestó Loba, desesperada.

-Parece un buen plan, pero... es más difícil de lo que parece...- empezó Jodie, hasta que Laura la interrumpió.

-Yo me apunto.- dijo con determinación, y con los ojos brillantes de excitación.

Tanto Loba como Jodie se quedaron sorprendidas de la resolución con la que había contestado. Laura solía ser la más precavida de ellas tres, y la verdad es que ambas esperaban que no iba a ser tan fácil convencerla. Lo normal hubiera sido que se quedara varios días meditando antes de dar la respuesta definitiva. Estaba claro que quería salir de allí.

Loba miró con orgullo a su amiga. Jodie estaba acorralada.

-Entonces supongo que yo también.- dijo sonriendo.

Loba dejó escapar un grito de alegría. Al momento corrió hacia la verja y agarró los barrotes, pegando la cara a los hierros.

-¡Matthew! ¡Matthew!- llamó al chico.

Una sombra se movió en la oscuridad.

-¿Te apuntas?- preguntó emocionada.

-No vais a conseguirlo.-

Loba sintió que decaía un poco.

-Si lo vamos a lograr.- dijo, intentando infundirse más confianza.

-Tal vez sí, pero será en la forma de Aiden. Y no pienso participar en esta locura.-

Loba soltó las barras desanimada, y se dio la vuelta.

Jodie le pasó un brazo por los hombros.

-Es un buen plan. Ya verás como todo sale bien.-

Pero Matthew había conseguido encender una llamita de duda en su corazón.

-------------------------------------------------------------

Al día siguiente de la charla, Jack no les avisó para empezar la búsqueda, así que Christian declaró aquel día como la "jornada oficial para conocer Los Ángeles" o, resumidamente, la JOPCLA. Por la mañana, los tres chicos pasearon por las calles de Beverly Hills y visitaron las zonas de lujo de la ciudad. Comieron en un restaurante típico de allí, antes de volver por la tarde al hotel a descansar. Durante el anochecer vieron las calles más pintorescas y a los artistas callejeros. Fue un día 10, aunque no tuvieron tiempo de ir a la playa, lo que lamentó Eli.

A la mañana siguiente, Jack se presentó en la habitación a las 10:30, cuando Iker aún estaba dormido.

-¿Qué coño hace este aquí tan temprano?- gruñó mientras se tapaba la cabeza con la almohada.

-Venga, que no es tan pronto.- insistía Eli sacudiéndoles, mientras Christian acudía a recibir al invitado.

Cuando consiguió despegarle de la cama, fueron al salón, donde Jack ya estaba explicando todo a Chris con detalle. Les saludó con un gesto. Parecía estar de buen humor.

Iker se tiró, refunfuñando, al sofá en plancha.

-Eres un vago.- le recriminó Eli, lanzándole un cojín a la cabeza. Ni siquiera se movió.

-Bueno, a ver...- empezó Jack, visiblemente divertido con la cómica situación.- A Loba se la llevaron para hacer experimentos con ella.-

-Eso ya nos lo contaste.- gruñó Iker. Su voz sonaba amortiguada ya que tenía la cara apoyada en el sofá.

-Y creo que se donde se encuentra. Es una gran fábrica abandonada que han transformado en un laboratorio. Está en el centro de un bosque a las afueras de la ciudad.-

-No, ¿en serio? Creía que el bosque estaba en Beverly Hills.- respondió con sarcasmo Iker. Había despegado la cabeza de los cojines y le miraba con el pelo despeinado y los ojos llenos de legañas.

Jack suspiró.

-Mira, estás haciendo que pierda la paciencia. Y no tengo poca precisamente.-

-No le hagas caso. Sigue.- pidió Christian mientras le pegaba un codazo a su desaliñado amigo.

-Bueno, el caso es que hoy mismo nos vamos para allá. Preparaos unas mochilas con víveres y ropa adecuada para el campo. Yo os esperaré aquí.-

Cada uno se fue a su habitación a vestirse y prepararse y Jack, fiel a su palabra, no se movió del salón. Cuando salieron, llevaban una mochila a la espalda con las cosas necesarias para la expedición. Iker ya se había peinado y lavado la cara, y parecía encontrarse despierto y con energía... al menos de momento.

Salieron y pidieron un taxi que siguió las indicaciones de Jack hasta salir de la ciudad.

Acabaron en la linde de un enorme bosque con altos árboles y mucha vegetación. De su interior resonaban cantos de pájaros que se entremezclaban entre sí formando una bonita sinfonía. No parecía el típico lugar donde unos científicos mantendrían a una chica encerrada en un siniestro laboratorio.

Después de pagar al taxista, Jack se situó delante del grupo con una felicidad inmensa al sentir que de nuevo estaba en casa, en su verdadero hogar.

-Bueno, ¿empezamos?-

LobaOù les histoires vivent. Découvrez maintenant