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❝ malos pensamientos ❞

Eso fue hasta que Spreen notara que el castaño estaba completamente descuidado, tenía ojeras fuera de lo normal y sus ojos tenían un pequeño tono rojizo en su parte inferior significando que el chico había estado llorando últimamente

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Eso fue hasta que Spreen notara que el castaño estaba completamente descuidado, tenía ojeras fuera de lo normal y sus ojos tenían un pequeño tono rojizo en su parte inferior significando que el chico había estado llorando últimamente.

Eso explicaba el porqué lo podía estar evitando o en si,  no quería hablar con nadie en general.

Su expresión alegre cambió a una triste apenas el pelinegro lo noto, preocupándose por el chico.

Decidió soltar un leve suspiro y cerrar sus ojos, esperando dormirse poco a poco.

Al día siguiente el pelinegro se despertó tras lo tarde que era ya.

Abrió sus ojos lentamente, esperando que su vista dejara de verse borrosa mientras se sentaban en la orilla de la cama.

Agarró su celular y vio la hora

12:47 P.M

Se levantó y salió de su habitación al ver que el castaño quien lo acompañaba no estaba.

Lo encontró en la cocina, tomando un vaso de agua con su celular en sus manos.

S — Rodri?

C — oh, buenos días Iván

S — buenos días Ro, ¿quieres que compre el desayuno en algún lado o?-

C — no, no te preocupes yo te hice el desayuno hace ratos igual.

S — Gracias, ¿tu desayunastes?

C— eh, no, pero no te preocupes no suelo sentir hambre por las mañanas Rodrigo soltó una pequeña risa nerviosa

El pelinegro lo miró un tanto preocupado, el castaño parecía estar sonriendo de forma forzada y para nada parecía estar diciendo la verdad.

Igual anoche tampoco parecía había comido

Los dos chicos se sentaron en la sala, Spreen comenzando a comer mientras ponía una serie en la tele y Carre seguía viendo su teléfono.

C — uh amigo, ¿vistes la ropa nueva qué hay en bershka y todo eso?

S — ¿No? ni sabía que habían nuevas cosas, enseña haber

—si, esta hermosa.. oh, también mira la que subieron en las historias y también la camisa blanca, está preciosa.

El castaño le entregó su celular en la mano al pelinegro, mientras le decía lo tan linda que le parecía toda la ropa.

C — y también mira los zapatos! Todo esta hermoso honestamente, ¿a ti te gustó algo?

S — algunas cosas, ¿queres ir a comprar?

C — oh, no tengo mucho dinero para ir. Pero me ajusta para alguna que otra camiseta o pantalón, también si quieres comprar algo tú puedo acompañarte.

𝗵𝗲𝘆, 𝗲𝘀𝗽𝗮ñ𝗮? › 𝗋𝗈𝖽𝗋𝗂𝗏𝖺𝗇 (✓)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora