𝙲𝙰𝙿𝙸𝚃𝚄𝙻𝙾 𝟹

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٭ 𝙷𝙴𝙻𝙴𝙽 ٭

Después del trabajo pasé a casa para cambiarme de ropa, no iría a mi primer entrenamiento con un disfraz de marinero.

Tomo la bicicleta que Jonathan me regaló para ir al trabajo, me coloco mis auriculares y emprendo el pequeño recorrido.

—Buenas... ¿noches? —digo al cruzar la puerta del gimnasio.

—Sí, creo que ya son noches, pensé que no vendrías —dice el hombre y luego se acerca rápido

—Billy, Billy Hargrove y seré tu entrenador —estrecha mi mano.

—Soy Helen, Helen Byers —levanta una ceja pero no hace ninguna pregunta.

—Bien Helen, ve a cambiarte para que nos muestres lo que tienes —uno de los mismos idiotas de ayer se echa a reír.
—Y tu serás su contrincante —muerdo mi mejilla tratando de no reír.

Salgo del baño con un short, un top, mis tenis y el guante izquierdo puesto, Billy se acerca para ayudarme con el derecho.

Subo al ring y veo la sonrisa engreída de ese chico, me acerco a él para chocar los guantes pero me ignora por completo, si yo fuera él no lo habría hecho, no soy la mejor pero sé defenderme.

Billy nos da la indicación de comenzar, ahora sí, le dejaré en claro que no debe subestimar a nadie.

☯︎

—¿Estás bien? —Billy le pregunta al chico en cuánto lo ve tambalearse.

—Sí, estoy bien —ruedo los ojos.

—Creo que no, se acabó —me retiro el casco y me dispongo a bajar del ring.

—Oye espera, soy JJ, eres buena —dice el rubio egocéntrico.

—Tengo que mejorar pero gracias —aprieto los labios.

—JJ tiene razón, me gustaría verte por aquí más seguido —agrega Billy con seguridad.

—Lo haré.

Salgo del gimnasio un poco cansada, el haber dejado de entrenar me hizo perder condición y ahora sólo quiero llegar a casa para darme una ducha.

᛭ 𝙴𝙳𝙳𝙸𝙴 ᛭

Han pasado quince días y Helen sigue invadiendo mis pensamientos, he tratado de encontrar una razón lógica del porque no dejo de pensar en ella pero entre más lo hago más lejos estoy de encontrar la respuesta.

—En el refrigerador hay comida suficiente para estos días, van a sobrevivir —dice Chrissy, mi esposa.

—¿Estás segura de que regresas en tres días? —Emma hace puchero pues no suele separarse de su madre por tantos días.

—Sí linda, en tres días estaré de regreso —besa la frente de nuestra adorada hija.
—Aprovecho tu buen humor para recordarte que no tienes permiso de ir a esa fiesta —Emma asiente con la cabeza y sin que Chrissy se de cuenta le guiño, quizás así recuerde que tiene un padre permisivo.

Emma sube a su habitación mientras me levanto del sofá para llevar a Chrissy al aeropuerto.

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𝙰𝙼𝙰𝚁𝙴𝚂𝙲𝙴𝙽𝚃𝙴 Where stories live. Discover now