Possessions ×Jimsu×

one.

Yoongi había aceptado por presión casarse, sin embargo de ninguna forma era feliz, su padre creía que no era capaz de manejar la compañía familia, el rubio estaba acostumbrado a ser denigrado por sus padres, en especial por su papá él nunca creo que su único hijo sería capaz de llevar gran responsabilidad, por eso había hecho un trato con uno de sus amigos, casar a Yoongi con uno de sus hijos para que esté tomará el lugar que le correspondía al rubio, la realidad de Yoongi era ser un muñequito de exhibición lo cual lo tenía harto, odiaba profundamente a los hombres y no es porque él no fuera hombre, en específico odiaba a los hombres como su padre, como el padre de Siwoon y no por último a Siwoon, se hacía el varonil cuando en los años de casados nunca lo había tocado, haciendo que el rubio pensará que se había casado con un maldito imbécil que le gustaba que le dieran por el culo, igual que a él.

Lo que Yoongi no esperaba es tener que vivir con el amante de su esposo, dándole entender la razón por la cual la mayoría de mujeres detestan a los hombres, pero su dolor de trasero a penas iniciaba, después de conocer al amante de su esposo, nada volvería hacer lo mismo.

-¡Yoongi!-Grito Siwoon escuchando pasos bajar de la gran mansión.

-¿Qué quieres?.-Preguntó el rubio con desinterés.

-Te presentó a Park Jimin, mi amante él vivirá ahora con nosotros, así que trata de comportarte antes que haga que tu padre que Heche a patadas aquí.-Declaró el castaño de manera arrogante.

Yoongi apreto sus puños con enojo, bajando la cabeza para evitar que vieran las ganas de llorar por la furia que se traía en ese mismo instante, mientras los trabajadores de la mansión miraban la escena, ya que ellos también habían sido reunidos, algunos miraban con enojo y otros simplemente preferían no moverse de su lugar, no era su problema tenían familias que mantener aún que desearan darle un abrazo a su jefe Min Yoongi eso no se podía en esta situación.

-¿Y bien tienes algo que decir o de qué quejarte?.-Preguntó Siwoon haciendo que Yoongi negará.

Jimin miró todo a su alrededor saludo a los empleados sin embargo al ver al esposo de Siwoon su mente se desconectó, la tensión que se presentaba al topar miradas con Yoongi fue lo que desató la chispa del enorme desastre que se presentaría, y más viendo esas lindas piernas blancas descubiertas.

-Bien amor ponte cómodo, y Yoongi saca tus cosas de mi habitación, le dije a las de la limpieza que te arreglaran una habitación, antes que nada tus padres sabían de esto, al contrario tu padre fue quien me presento a Jimin, respetalo después de mi, él es quien tiene el mando aquí, así que no digas nada y acata todas las órdenes.-Habló Siwoon besando a Jimin, mientras que Yoongi simplemente tomaba su camino directamente hacia su habitación.

-Mamá ¿Por qué nadie me lo dijo?.-Preguntó através del celular.-Yo sabía que me engañaba desde hace tiempo, pero traerlo a vivir aquí, es mucho, ¡yo quiero que me de el divorcio, no quiero estar más con Siwoon!.-Exclamo enojado el rubio.

-Yoongi querido, te has descuidado tanto, además mira a Park Jimin y mirate tú, como no te iban a cambiar Yoongi ni siquiera cuidas tu imagen, además entre hombres eso es así, es mejor que te vayas acostumbrando, el divorcio no es opción.-Habló su madre através de la línea.-Acepta lo que te toco Yoongi, no es nada del otro mundo, además ¿Quieres que miren mal nuestro apellido?.-pregunto hacia el rubio escuchando un silencio como respuesta.-Bien, deberías estar feliz al menos dejo quedarte y por favor trata bien a Jimin.-Dijo para luego cortar su llamada.

El rubio quito su anillo tirándolo hacia cualquier lugar de la habitación, mientras limpiaba sus lágrimas, estaba enojado, harto y tenía fuertes ganas de irse, no quería seguir en lo mismo, odiaba ver como sus padres fueron parte del engañó, no estaba llorando por el engañó, él ni siquiera amaba a Siwoon estaba llorando porque nadie le daba su lugar como persona, nadie lo creía capaz de nada, pero si Siwoon creía que esto se quedaría así estaba equivocado, ese maldito se las pagaría, ya había aguantando mucho, no tenía problema con que lo engañara, el problema es que había traído a su jodido amante a vivir en el mismo techo con él.