𓆩⊹ capítulo 1 ⊹𓆪

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Todo empieza en un bonito día en la ciudad, una gata de pelaje blanco esta caminado por la cerca de una de las tantas casas del lugar.

- Meru de seguro debe estar durmiendo como siempre - se dice para si misma la gata, mientras baja de la cerca por donde estaba caminando en primer lugar.

Al bajar se dirige a la puerta de la casa, era una casa o mejor dicho una pequeña cabaña con un bonito jardín decorando la entrada.

En la silla que daba vista hacia afuera dormía un gato de pelaje blanco y negro, su sueño parecía muy placentero ya que estaba más estirado que un pan de baguette.

La gata blanca al estar en la puerta empezó a maullar para llamar al otro gato.

- ¡Meru!, ¡despierta y sal a pasear un rato! - decía fuertemente intentando despertar al gato al otro lado de la puerta

- agh ya voy, ya voy - hablaba despertando de su sueño bostezando un poco

El gato que al parecer se llama Meru se levanta, voltea y luego intenta llamar la atención de su dueño.

- que pasa Meru? - decía el dueño volteando ver a Meru, el cual el estaba dando señas de que quería salir - espera dejame abro - luego se levantó y abrió la puerta tal y como dijo, dándole paso a salir a Meru

"Recuerda regresar más tarde Meru" se escuchó a lo lejos decir al dueño del gato mientras que estos salían corriendo al parque.
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Al cabo de un rato llegaron al parque en donde habían mascotas con sus respectivos dueños, unos que otros saltando y jugando mientras que otros descansaban en las sombras de los árboles del lugar.

- oye Kyla, ¿que vamos a hacer hoy? - preguntaba emocionado a su amiga gata, el cual ella le responde.

- eh, ¿tal vez descansar debajo de un árbol? - expresaba con calma respondiendo su pregunta.

- puff, aburrido - decía mientras volteaba los ojos - ¡yo esperaba algo mejor!, ¿tal vez ver una pelea de perros como la vez pasada? -

- ¡sabes que eso no terminó bien!, ¡el Chihuahua casi te muerde la cola! - exclama un tanto molesta por tener que recordar aquel momento.

- sip, tienes razón pero ese Chihuahua solo le volaba el coco y tal vez solo quería jugar, es que soy irresistible - decía mientras se halagaba a si mismo, el cual Kyla solo volteaba sus ojos.

Su conversación hubiera continuado de no ser por un niño que se les acercaba.

- ¡unos gatitos!, ¡que bonitos! - decía extendiendo una de sus manos para acariciarlos, pero Kyla empezó a asustarse.

- ¡niño humano! - su pelaje empezó a erizarse y empezó a gruñir un poco.

- tu y tu pánico - le decía a Kyla de una manera bromista

Al corto rato de que el niño acariciara a Meru se fue.

- ya se fue, puedes calmarte - decía riéndose un poco en voz baja de ver a su amiga aún con su pelaje erizado

- te odio - expresaba un poco gruñona ante a escuchar la risita de Meru.
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Luego de eso el día estubo normal, jugaron, se relajaron y se divirtieron en el parque.

El sol se escondía entre los árboles y las casas dando a decir que estaba oscureciendo, ambos gatos se despidieron y fueron a sus respectivos hogares.

Y aquí finaliza este bonito día, nos vemos mañana patitas blandas.

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