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Los primeros rayos de sol iluminaban la tierra, las plantas cubiertas por el delicado rocio de la mañana bailaban suavemente ante la fresca brisa que refrescaba el ambiente, cierto jóven de rubios cabellos dormia en el suelo; acompañado por su amiga, la cual escondía su rostro en el pecho de el chico, quien la abrazaba calidamente.

—¿Eh? —El joven Kamado, que recién despertaba, busco con la mirada a sus dos amigos que no estaban en sus camillas correspondientes, pronto su mirada dio con la llamativa cabellera rubia, Zenitsu se encontraba dando la espalda a el lugar donde se encontraba Tanjiro, cosa que desconcertó aún más a el jóven Kamado. —…¿Zenitsu?

La curiosidad le ganó.

Tanjiro se acercó a el lugar donde estaba sentado su amigo y pudo presenciar mejor la escena; Zenitsu protegía con sus brazos el cuerpo dormido de Aiko, mientras la nombrada tenía el rostro oculto en el pecho de el rubio, los  brazos de la jóven rodeaban a Zenitsu, buscando pegarlo mas a ella, la cabeza de Zenitsu estaba recostada sobre la de Aiko.

Tanjiro sonrió con ternura ante la escena, y se pregunto si esa posición no los estaría haciendo sentir incomodos.

—Zenitsu  —Tanjiro meneo un poco al jóven —, Oye —Susurró —Despierta…

—¿Uh? ¿Tanjiro? ¿Que hora es? —Pregunto  un adormilado Zenitsu.

—¿Cómo llegaron ahí? —Pregunto ahora Tanjiro.

—Ni idea...

—Aiko se removió un poco en el pecho de Zenitsu —…¿Uhm?

—Buenos dias... —Habló Zenitsu acariciando los castaños cabellos de Aiko.

—Buenos dias, Tanjiro, Zenitsu —Dijo en forma de saludo la joven.

Los tres jovenes volvieron a sus camas ayudándose entre si, pues la la batalla contra la 6ta luna superior los habia dejados muy heridos…

Se escucharon pasos por los pasillos.

Los tres jovenes se miraron alarmados y como por arte de magia ya estaban en sus camas, fingiendo dormir.

—¿Ya despertaron? —la melodiosa voz de la pilar insecto se hizo presente.

Tanjiro, a quien se le dificultaba mentir, frunció el ceño.

—Me lo tomaré cómo un si —Volvió a hablar Shinobu, Zenitsu y  Aiko se sentaron en sus camillas; mirando con disgusto a Tanjiro.

—Lo siento… —Habló el pelirrojo. —Mentir no es lo mio...

—Ya qué —Musitó Aiko —Buenos dias, Shinobu-san.

—Aiko-chan, Uzui-san acaba de pedir permiso para trasladarte a la finca de el sonido, ya que tus heridas fueron atendidas, solo queda esperar a que sanen, asi que el decidio que terminaras de curarte en su finca…

—Oh, ya veo, esta bien, si usted lo dice.

—¡Buenos dias! ¡Espero que tengan una Extravagante mañana! —Habló animadamente aquella voz que ya todos sabian a quien pertenecia.

—¡Sensei!

—¡Aiko! ¡Las chicas nos esperan! ¡¿Lista para irnos?!

—Si.

—¡Adiós! Kocho.

—Adios~







Habían sido unos días tranquilos desde el punto de vista de la  chica, no había podido asistir a las misiones, y es qué; estaba de “Reposo” aunque estar de “Reposo” no le impedía entrenar...

Un hermoso atardecer sé podía apreciar, claro está, si lo veías desde el ángulo correcto.

Nadie se esperaba lo que pasaría después.

—Hola~ —Se escucho entre las sombras.





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•||Palabras:516||•

•||4:11Am||•

Volvió la escritora ;)

•|| 𝕷𝖆 𝖀𝖑𝖙𝖎𝖒𝖆 𝕯𝖊 𝕷𝖔𝖘 𝕾𝖚𝖟𝖚𝖐𝖎 ||•Where stories live. Discover now