Sira Wolff es una chica que le encanta pasarselo bien, salir por ahi, bailar, hacer reir a la gente, es la alegria en persona y hija de Toto Wolff aun que a ella no le llamen nada la atencion la formula uno. En una fiesta conoceria a alguien que ser...
Deje que pasará a la habitación y me dirigí a la. Me tumbe, me acurruque en su pecho y el me abrazaba mientras jugaba con mi pelo. Ay estaba. Ese silencio otra vez. Podía notar su respiración calmada. Era tan relajante.
-Estaria así toda mi vida-
Sonrei. -Yo también-
-Te apetece que mañana vayamos a hacer algo?-
-Quieres que vayamos a bucear? Conozco un sitio precioso-
-Esta bien. Entonces hay que descansar. Buenas noches princesa-
-Buenas noches bello durmiente- Sonrei
Me abrazó con un brazo y con el otro jugaba con mi pelo hasta quedarse dormido.
Al día siguiente nos levantamos muy pronto para ir a ver el amanecer a la playa.
-Buenos días princesa- Me dio un beso en la frente antes de levantarse.
-Buenos dias- Dije aún tumbada en la cama.
-Venga levanta bella durmiente que no llegaremos a la playa-
Me levanté y nos preparamos todo para irnos. Cuando llegamos aún era de noche, estaba a punto de salir el sol. Extendimos una toalla el el suelo y nos sentamos a ver el amanecer.
Apoye mi cabeza en su hombro.
-Es precioso-
Asentí -Me encanta-
Estubimos un rato sentados, luego fuimos a investigar la playa y más tarde fuimos a bucear.
Entramos en una cueva y estaba llena de conchas, peces coloridos y un montón de cristales hechos por la sal. Estubimos toda la mañana buceando.
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Después salimos a comer y después de comer cogimos un pádel surf y fuimos los dos remando a la cueva de antes para ver mejor los cristales del techo.
-Parece de película-
-Es increíble-
-Tenemos que venir mas-
-Por favor-
Se hizo tarde y ya era hora de volver.
-Creo que es mejor que volvamos, está empezando a anochecer-
-Me quedaría aquí para siempre-
-Venga sirenita, es tarde-
Salimos a recoger las cosas y fuimos al hotel. Me tiré en la cama.
-Estas cansada?-
-Nunca estoy cansada-
-No estás cansada, estás reventada. Descansa, mañana hay que ir a Australia-
-Ya ni me acordaba que había carrera. Te volveré a ganar-
-Ya veremos. Descansa-
Se tumbó a mi lado y nos quedamos dormidos en seguida.
Al día siguiente nos levantamos y bajamos a desayunar rápidamente por qué llegábamos tarde al vuelo.
