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El pelinegro se había levantado temprano la mañana del sábado. Tampoco tan temprano, eran las 10 de la mañana. 

Se encontraba en la cocina haciendo tostadas mientras esperaba que el café terminara de prepararse. La música de su celular sonaba en todo el lugar, y no podía evitar cantar una en especial que le hacía acordar de su lindo novio. 

—Me gustan los aviones, me gustas tú. —cantaba al ritmo y tiempo de la canción, sus mejillas se sonrojaron levemente al pensar en su salida con Roier esa tarde. Y también, al pensar tanto en él.

Sonrió suavemente y sirvió su café en una taza en forma de oso que su papá le había regalado, sacó las tostadas de la tostadora y se apoyó en la mesada con su celular en sus manos. Revisaba todas sus notificaciones hasta que una en específico captó toda su atención, era el castaño deseándole los buenos días. 

Sus ojos se iluminaron y su pequeña cola de oso se removió inquieta ante la emoción

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Sus ojos se iluminaron y su pequeña cola de oso se removió inquieta ante la emoción. ¿Cómo ese idiota podía ser tan lindo? 

Estaba tan distraído hablando con el mexicano que no notó la presencia de sus dos padres que lo observaban curiosos. 

—¿Has visto cómo revolotea su cola? —dijo en un apenas audible susurro Vegetta. 

—Sí... eso solo puede significar que está hablando con "él". —respondió Rubius con sus ojos entrecerrados. 

Con "él" se refería a Roier, porque sí, Rubius y Vegetta ya conocían al novio de su hijo. Si bien no lo conocían personalmente, Spreen ya les había hablado de él, de la relación que tenían y les había mostrado fotos del jóven. 

Luego de unos segundos de solo mirarlo, decidieron hacer aparición al frente del híbrido. 

El argentino se sobresaltó un poco al escuchar pasos detrás de él, pero suspiró al ver a sus papás detrás de él. 

El pelinegro más alto dejó un suave beso sobre la cabellera de su hijo y el híbrido mayor le deseó los buenos días. 

El menor los saludó alegremente y les dejó paso en la cocina para que ellos se pudieran preparar su desayuno. 

—Esta tarde salgo, y no sé a qué hora iré a volver, no me esperen. —avisó de manera despreocupada sin desviar la vista de su celular. 

El castaño con mechón blanco miró a su hijo interrogandolo con la mirada, el argentino levantó una ceja junto con una mueca preguntando de manera no verbal a qué se debía eso. 

—¿Irás con tu novio verdad? —al notar el leve sonrojo de su bendición supo que había acertado. 

—Chiqui, ¿cuándo nos presentarás al chico? —preguntó tranquilo su otro progenitor dándole un sorbo a su café. 

—Uh... ¿Les parece mañana? 

—Claro, invítalo a almorzar de paso. —respondió conforme el mayor. 


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—¡¿Cómo que tus papás quieren conocerme?! 

—Sí Ro, mis viejos te quieren conocer. 

La cara del castaño demostraba la sorpresa ante lo repentino que fue el comentario de su novio. 

—¡Pero está bien si no querés ir! —se apresuró a decir Spreen— e-es que ellos son medio artantes y... — El híbrido se sobresaltó al sentir como su mano era sostenida y entrelazada con la de su novio en un segundo, sus mejillas se tiñeron de un tenue color carmín y prestó atención a lo que el mexicano fuese a decir. 

—Escúchame amor, obvio que quiero ir. Esto es un momento muy importante en mi vida tanto como en la tuya, debo conocer a los padres del amor de mi vida con todo el gusto posible. —dijo finalmente dejando un besito en la frente del pelinegro quien se sonrojó aún más por las palabras dichas, ¿cómo Roier tenía esa habilidad para decir cosas tan tiernas? 

—Te amo. 

—Yo tam... —no pudo terminar ya que unos suaves labios se estamparon sobre los suyos, no tuvo problema en seguir el beso de su pareja sonriendo en medio de este satisfecho. 














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Hola, volví. 

¿Cómo han estado? cuéntenme que es de su vida y de ustedes, quiero saber cómo la están pasando en este días. 

Lo más probable es que saque más historias spiderbear apenas tenga tiempo y ganas, la verdad es que la escuela me cansa muchísimo y también me quita demasiado tiempo. 

Sin más que decir, les voy a traer la segunda parte lo más pronto posible corazones, nos vemoos <3 

¡Mírame, chico de pestañas bonitas! | spiderbear.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora