Cuatro.

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Semanas habían pasado después de aquella vez que vio por primera vez a Luke.


Su mirada todavía estaba presente en su mente, con aquel azul tan brillante y lindo. Decidió ir a aquella heladería.


Ya había salido de la ducha y vestido con un suéter que cubriera sus aún presentes moretones y marcas, unos jeans ajustados y vans negras.


Salió de su habitación, sentía un repentino miedo por Ethan, temía que le volviese a pegar. Continuó su camino hasta la cocina y escribió un pequeño post-it "Salí a una heladería, no te molestes por favor.- D" la dejó en la mesa de la cocina y tomó su bolso y sus llaves para salir de su casa.


Tomó un taxi y le indicó la dirección a este, cuando llegó entró directamente a la heladería consiguiéndose con un Luke ocupado haciendo un cono de helado de fresa y frunciendo el ceño en manera de concentración para conseguir la forma que quería. Se volvió a entregar el helado a la niña que esperaba ansiosa, dándole una hermosa sonrisa que a Dinah le pareció tierna.


Luke fue a la registradora guardando el dinero recibido.


-Un helado de chocolate, por favor, Luke.


-Oh, Dinah, un placer volver a verte, espera un momento.


Se dirigió a la máquina de helados procediendo a hacerle uno a Dinah, al terminar este se lo entregó.



-¿Tienes un poco de tiempo? Quisiera conocerte y no sé hablar contigo, veo cosas en tus ojos que quiero saber si estoy equivocado o no.


Luke hablaba demasiado rápido a causa de sus nervios.


-¡LUKE, DEJA DE COQUETEAR Y TRABAJA!


-Oops, mi jefe se molestó.


Se sonrojó.



-No creo que tenga mucho tiempo, Luke, lo siento.


Dinah se disculpó.


-Bueno, no me importaría pasar cada día en la esquina de tu casa bajo la lluvia torrencial.


-Eres un tonto, ni siquiera sabes mi dirección.


Dinah sonreía como no lo había hecho antes.


-Es una lástima, pero puedes venir siempre que quieras, linda.


-Trataré de venir un poco más tarde, ¿a la hora que salgas, quizás?


-Eso estaría perfecto, te estaré esperando.


Luke tenía una sonrisa de oreja a oreja. Dinah le atraía, mucho a decir verdad.


-Hasta luego, Luke.


-Hasta pronto, Din.


Ambos se despidieron agitando su mano como una ola, hasta que ella desapareció por la puerta.


Rápidamente Luke tomó una servilleta y escribió una nota en ella.


Salió corriendo rápidamente detrás de Dinah la encontró tomando un taxi.


-¡DINAH, SE TE OLVIDÓ ESTO!


La antes mencionada tomó la pequeña servilleta y le sonrió, luego volvió al taxi, revisó la servilleta.


"Quisiera saber las cosas que te hacen ser quien eres.


Luke xoxo."

She Will Be LovedWhere stories live. Discover now