La primera vez que Yuta vio a Yuuji Itadori, se chocó contra una pared.
Ya tenía conocimiento de que aquel pelirosa ayudó al encierro del objeto maldito, sukuna. Y esa era la parte ridícula del asunto, después de eso Megumi Fushiguro se encargó de borrarle la memoria.
Rika, su mejor amiga, había hablado de ello excesivamente desde que se enteró, era tanta su emoción que incluso se había tomado la molestia de ir hacia aquella tienda de convivencia todos los días para echarle un vistazo al héroe.
Este día fue curioso, así que decidió ir hasta esa tienda de convivencia, justo ahora yace fuera; viendo aquel enorme letrero adornado de lucesitas neón, es una casa enorme en una calle bastante armoniosa, Yuuji vivía con su abuelo y su padre, Jin. Según tenía entendido aquel Muchacho era bastante atlético y pertenecía a una club dentro de la escuela, actualmente va a la universidad ya con 18 años.
Perdido en sus pensamientos, Yuta no debió haberse sorprendido de que al girar la cabeza se encontrara a medio metro de distancia con Yuuji Itadori; quién llevaba en ambas manos dos bolsas enormes repletas de basura.
Yuuji tenía una dulce sonrisa en sus labios, su cabello estaba desordenado y su mirada había conectado con la propia y en lugar de apartarla, su figura se veia fornida y agraciada al tiempo que caminaba. Ese fue el momento en que Yuta se estampó contra la pared, tropezando con sus propios pies y cayendo de trasero contra la piso.
El universo debía estar castigándolo por el tweet ese que publicó criticando la película de mi través de mi ventana, era la única explicación.
--- mierda ---murmuró. Por lo menos no había gente y no lo están viendo mordiendo el piso. Hizo una mueca mientras se ponía de pie. De verdad que era demasiado temprano como para estar lidiando con estas cosas.
--- ¿Estás bien?
Casi vuelve a caer al escuchar el sonido de la voz de Yuuji.
Yuta toma la mano que este le ofrece y permitió que Yuuji Itadori, le ayudará a levantarse. Esperó desesperadamente que el sonrojo que podía sentir ardiendo en sus mejillas no fuera visible.
---Ah, sí. Estoy bien ---le dijo, al tiempo que fingía limpiarse algo de los pantalones---. Gracias.
Impulsivamente juntó sus palmas y le ofreció un gracias a Yuuji. --- Yuuji pareció sobresaltarse ante ello, pero simplemente le respondió con una reverencia. ---Que bueno. Ah, soy...mi nombre es Itadori Yuuji---le dijo con un ligero tartamudeo-. Encantado de conocerte ---Yuuji desvió su mirada hacia atrás, donde ambas bolsas estaban sobre el piso-. Me tengo que...---volvió a hacer una reverencia y se alejó, siendo tan agraciado al caminar y torpe en su actuar.
Yuta se le quedó viendo por un rato, antes de sobresaltarse al darse cuenta que ya debía estar en la academia.
Al día siguiente Yuta volvió al mismo lugar, y mientras volvía a ver ese enorme letrero neón con palabras grapadas de "Itadori", Yuuji se topó con él y le regaló una pequeña y perfecta sonrisa.
Yuta por poco y vuelve a caerse, su corazón latiendo más fuerte de lo que era saludable.
«Oh, no», pensó para sí mismo.
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