CAPÍTULO 7

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Nunca dice "no" si lo pido yo

Cerquita de Ti - María Becerra

Plex

Sudáfrica.

Cayó la noche y mientras Adri editaba un vídeo, yo leía comentarios del que subimos la noche anterior.

–Gen, la gente vive enamorada de ti – dije a la chica, que estaba con el móvil en la otra punta de la cama.

La morena me miró y se acercó hacia mi esquina. Aunque ahí dormía Adri, pero el muy suertudo tenía enchufe al lado de la cama.

–Club de fans ya eh – ironizó ella.

Reí. Después del drama entre hermanos que aún no sabía nada de lo sucedido, hicieron como si nada. Eso sí, yo no vi hablar luego a los hermanos. Parecía que estaban en el mismo punto que en el de la partida del UNO. Antes del más cuatro.

–Cuando vuelvas a España, contrata a unos guardaespaldas – propuse, en broma. Pero ella pareció tomárselo más enserio.

–Para qué, os tengo a vosotros cuatro.

Sonreí y Adri se giró desde la silla del escritorio, donde estaba haciendo la primera parte del vídeo.

–Si es que, eres un ser de luz – miré a Génesis, quien esbozó una sonrisa sin mostrar sus dientes.

Picaron a la puerta y me levanté para abrir. Porque los otros dos se pusieron a hablar de que eran seres de luz. Y razón tenían porque lo eran. Abrí la puerta y eran nuestros otros dos amigos. Entraron y Borja suspiró.

–¿Vamos a salir esta noche? – preguntó, algo serio. Miró a su hermana por un segundo, pero esta no dijo nada.

–A la cena – dije –. ¿Te sigues encontrando mal bro? – Borja asintió. Mirándolo bien, no parecía tener buen aspecto.

Se disculpó para ir directo al baño. No estaba teniendo una buena experiencia en Sudáfrica nuestro amigo. Después de que saliese, hablamos de donde ir a cenar y que hacer. Decidimos ver si había algún hospital o algo para ver si podían darle algo a Borja.

🌍

Salí de la ducha y me enrollé el cuerpo con una toalla. Me miré al espejo y me peiné con la mano. Fui hacia la cama, porque dejé mi ropa fuera. Solo estaba Gen, que leía un libro muy concentrada. Adri estaba hablando con su madre en la terraza. Pasé por delante de la cama de la chica y fui a coger mi ropa. Cuando estaba de espaldas a ella, pareció levantar la mirada del libro, porque oí como lo cerraba.

–Me voy si te vas a cambiar – me giré y ella estaba de pie. Me pegó un repaso. Miró hacia otro lado, nerviosa.

–Voy al baño, tranqui – respondí con mi ropa entre las manos.

Ella no respondió, pero seguía nerviosa. Pasé por su lado y ambos nos quedamos mirándonos. Como si no hubiese nada en el mundo. Lentamente nos fuimos acercando el uno al otro. Hasta quedar a escasos centímetros. Se oyó la llave de la puerta y me separé, sin apartar la mirada de ella. ¿Qué me estaba haciendo?

Adri entró y nos miró, pero no dijo nada. Solo se tumbó en la cama con el móvil.

–Los chicos ya casi están – informó –. Jopa se ducha, por fin. Y ya estaríamos.

Asentí con la cabeza y no solté palabra. Entré de nuevo en el baño y me vestí. Oía voces, pero no entendía que decían Adri y Gen. Estarían cuchicheando algún chisme de ellos. O el suceso después de comer. Me decantaba por la segunda. Salí del aseo y ambos dejaron de hablar.

80 DIAS PARA ENAMORARNOS | PlexWhere stories live. Discover now